Cauca, Colombia, 3 enero de 2025.- Dávinson Gaviria, cantante de música popular oriundo del corregimiento El Plateado, municipio de Argelia, fue asesinado en la noche del 1 de enero de 2025 en la vereda La Esperanza, zona rural del municipio de Balboa, Cauca.
El crimen ocurrió cuando Gaviria, de 29 años, salía de un evento privado organizado por comerciantes locales para celebrar el Año Nuevo. Según testigos, el artista se disponía a abordar su vehículo tras su presentación en un reconocido estadero y balneario de la zona, cuando un hombre armado le disparó en repetidas ocasiones, causándole la muerte en el lugar.
Investigación en curso
Las autoridades confirmaron que el cantante recibió siete impactos de bala y han iniciado una investigación para esclarecer los hechos. En esta región, marcada por la presencia de disidencias de las FARC y otros grupos armados vinculados al narcotráfico, la violencia sigue siendo una constante, a pesar de las recientes operaciones militares como la ‘Operación Perseo’, que busca desarticular las estructuras criminales en el área.
Reacciones de la comunidad
El alcalde de Balboa, Fabio Rodríguez, expresó su consternación por el asesinato:
«Es una tragedia que nos entristece profundamente. Enviamos nuestro abrazo de solidaridad a la familia del cantante y al municipio de Argelia, de donde era oriundo.»
Líderes sociales y habitantes de la zona lamentaron la pérdida de un artista que había ganado un lugar destacado en el competitivo mundo de la música popular caucana.
Carrera en ascenso
Dávinson Gaviria logró destacarse en el competitivo género de la música popular con canciones como ‘Te vas de mí’, ‘Ese soy yo’ y ‘Échame la culpa’, las cuales resonaron en diferentes localidades del departamento del Cauca. Su tema ‘Ya no queda nada’ recibió elogios de figuras icónicas como El Charrito Negro, quien respaldó su talento en un video compartido en las redes sociales del artista.
El asesinato de Gaviria no solo deja un vacío en la música popular caucana, sino que también resalta los persistentes desafíos de seguridad en regiones como el Cauca, donde la violencia continúa impactando profundamente a las comunidades y a sus figuras culturales.