Chicago, 22 de agosto de 2024.- Para conseguir la regularización de los más de 11 millones de migrantes indocumentados que viven en EE.UU., los demócratas deben ceder ante las demandas republicanas sobre la frontera sur, aseguró en una entrevista con EFE Verónica Escobar, legisladora y asesora de campaña de la candidata presidencial Kamala Harris.
«No hemos aprobado una reforma migratoria comprensiva en casi 40 años, entonces creo que este es el momento de un consenso y es algo de lo que más republicanos y más demócratas necesitan darse cuenta», dijo la congresista, nativa de la ciudad fronteriza de El Paso.
Los dos partidos, insistió «tienen que dejar de esperar a que un día van a obtener todo lo que quieren; eso no va a pasar».
La campaña demócrata ha abrazado un difunto proyecto de ley del Senado, nacido de una negociación bipartidista promovida durante el mandato de Joe Biden y que, entre otras medidas, inscribía de manera permanente en la ley las mayores restricciones al sistema de asilo en años, algo que el presidente comenzó a aplicar recientemente por la vía ejecutiva.
Harris ya prometió que de ser elegida presidenta intentará revivir esta propuesta legislativa y conseguir el apoyo suficiente para que sea sancionada por el Congreso.
Escobar, quien trabaja con la campaña de Harris como «co-presidenta» dijo a EFE que ella no apoyaba el proyecto porque no incluía ninguna vía para la regularización de los migrantes en EE.UU.
Por eso, para ella, un compromiso con los conservadores debe incluir sí o sí algún tipo de vías para que las personas que quieran venir hacia EE.UU. lo hagan de manera «legal».
Junto con la congresista conservadora María Elvira Salazar, la legisladora tejana presentó un proyecto de reforma migratoria que incluía vías de legalización para las personas sin un estatus legal, a la vez que planteaba una reforma a la manera en la que se solicita asilo en la frontera.
La propuesta incluía la creación de varios «campuses humanitarios» para las personas que quieran pedir asilo, donde estarán detenidas hasta que un oficial de migración decida si cumplen o no con los requisitos para solicitar este tipo de protección en EE.UU.
«La realidad es que la gran mayoría de las personas que buscan asilo hoy en día (…) no califican para asilo, pero sí podrían solicitar algún tipo de visa, si abriéramos esas vías», subrayó Escobar.
El porcentaje de aceptación de casos de asilo varía según una serie de factores, incluyendo si la solicitud es aprobada por la Oficina de Ciudadanía e Inmigración (USCIS) o si pasa a un juez de inmigración.
Según datos del centro TRAC, de la Universidad Syracuse, a un 66% de las personas cuyos casos fueron a corte entre 2014 y 2024 se les permitió quedarse en EE.UU., bien sea bajo asilo u otro tipo de protección.
La presión por la retórica antinmigrante del partido republicano y la posibilidad de una estrecha carrera electoral en noviembre han impulsado al Gobierno demócrata a tomar medidas cada vez más restrictivas para frenar la llegada de personas a través de la frontera sur.
Estas normas, junto a una estrecha colaboración con México para frenar las rutas y detener a los migrantes, han provocado que el número de cruces irregulares caiga a su punto más bajo en cuatro años.
Las medidas, que impiden que la mayoría de personas puedan solicitar asilo, han sido duramente criticadas por organizaciones en defensa de los derechos humanos, las que aseguran que incumplen con el compromiso de EE.UU. a ofrecer protección y refugio a quién lo solicite.
Alejandra Arredondo
EFE