Atapuerca (España), 14 jul – Uno de los equipos que trabaja en la campaña de excavaciones de este verano en Atapuerca, uno de los yacimientos más importantes del mundo, busca restos óseos de los neandertales, cuyo ADN se secuenció en 2021 a partir de sedimentos.
Según informó este lunes uno de los codirectores de Atapuerca, situado en la provincia española de Burgos, Juan Luis Arsuaga, durante una visita al yacimiento ‘Estatuas interior’, la secuenciación del ADN de cinco individuos neandertales que vivieron en la sierra burgalesa hace unos 110.000 años a partir de sedimentos de una cueva fue un hallazgo único porque «fue el primero y no se ha vuelto a repetir».
Los investigadores no han encontrado restos hacia el interior de la cueva, la parte más oscura, pero confían en poder hacerlo en una superficie de unos 3 metros cuadrados situada más hacia la entrada.
No obstante, Arsuaga reconoció que la abundancia de material para analizar está haciendo que el trabajo sea muy lento y es posible que no lleguen en esta campaña al nivel donde podrían estar los fósiles neandertales, ya que hasta ahora solo se han encontrado en el yacimiento un diente y una falange.
Otro equipo trabaja de forma paralela en ‘Estatuas exterior’, un yacimiento al aire libre que se encuentra en el lugar donde debió estar la boca de la misma cueva, aunque los investigadores no tienen intención de llegar a unir ambos yacimientos, para garantizar así su preservación en las condiciones actuales, óptimas para encontrar más ADN en el interior, por temperatura y humedad.
Otro de los codirectores de Atapuerca, Ignacio Martínez, explicó que es el yacimiento más joven del complejo, pero puede convertirse en unos años en uno de los de mayores dimensiones y creen que puede realizar aportaciones importantes al estudio de la evolución, sobre todo en relación con los neandertales, una especie de la que hay menos restos óseos en Atapuerca.
Trabajo a dos niveles
En esta campaña trabajan a dos niveles: uno de unos 110.000 a 80.000 años de antigüedad, donde han encontrado muchos restos de industria lítica, aparentemente de una especie de taller, y otro más antiguo, donde tienen la esperanza de encontrar el momento del paso evolutivo de Homo heidelbergensis –más conocido como preneandertal–, como los encontrados en la Sima de los Huesos, de unos 400.000 años, al neandertal.
En todo caso, el yacimiento no se excavará en el sentido de aproximación a la cueva, pero sí en anchura, hasta convertirse en unos años en uno de los más extensos del complejo.
En ese mismo entorno se encuentra la Sima de los Huesos, donde hasta ahora se han encontrado más de 7.000 fósiles humanos de al menos 29 individuos que vivieron en la sierra hace unos 430.000 años.
En esta campaña, y probablemente en la siguiente, los investigadores trabajan en una acumulación de restos óseos, muchos de osos, que fueron removidos por personas que, sobre todo durante el siglo XX, visitaban la zona, accedían a la cueva y buscaban algún recuerdo, como dientes de estos plantígrados.
De la actual campaña queda una pregunta para los investigadores, que es la razón por la que se detecta que, junto a animales más típicos, como jabalís, ciervos y corzos, había una acumulación inusual de caballos, un animal mucho más difícil de cazar, que entonces era salvaje, y que apenas se detecta en otros yacimientos de la misma época.
EFE