Bogotá, 6 octubre de 2022.- La Defensoría del Pueblo denunció que los enfrentamientos entre grupos armados en una zona rural del municipio colombiano de Arauquita impiden que 150 niños vayan a la escuela y mantienen a una comunidad confinada, por lo que exigió que se deje fuera del conflicto a la población civil.
«Esto resulta muy preocupante para la Defensoría del Pueblo dado que los menores de edad son personas de especial protección y se les debe garantizar sus derechos a la educación, integridad y a la vida», aseguró el defensor del Pueblo, Carlos Camargo, en un comunicado este jueves.
Los enfrentamientos, en los que supuestamente se utilizan armas no convencionales, se reportan desde hace días en el caserío Cañas Bravas, una zona que compromete a varias veredas del departamento de Arauca, uno de los más golpeados por el conflicto y con más altas tasas de violencia del país.
La Defensoría del Pueblo indicó que las comunidades campesinas e indígenas de esta región permanecen «en riesgo inminente» por las acciones del ELN y de las disidencias de las Farc, algo que se traduce en el riesgo de desplazamiento forzado y el reclutamiento de niños.
«Se han reportado daños a bienes inmuebles (…), hay riesgos por minas antipersonal, lo que las ha llevado a confinarse. Los niños no están yendo a la escuela y se están acabando los alimentos», alertó el defensor del Pueblo.
Camargo, tras expresar su «preocupación y total rechazo» por las hostilidades, reiteró el llamado a los grupos armados a «dejar fuera del conflicto a toda la población civil, particularmente, a los niños, niñas y adolescentes, y a mostrar gestos que permitan avanzar en los diálogos para la construcción de la paz que viene promoviendo el Gobierno Nacional».
Además, exigió a las autoridades competentes hacer presencia en este territorio y adelantar acciones siguiendo las recomendaciones emitidas por la Defensoría del Pueblo en relación a las alertas tempranas que existen en la zona.
EFE