El pasado domingo, 25 de septiembre, León Fredy Muñoz Lopera, exconcejal y presidente de la Regional Antioquía de FENALPAZ, fue víctima de un atentado mientras se movilizaba en la camioneta que la Unidad Nacional de Protección (UNP) le asignó como esquema de protección. León Fredy sobrevivió al ataque de los sicarios en cuatro motos gracias a que su escolta, en la huida, alcanzó a llegar hasta la Alcaldía de Bello donde la policía del lugar reaccionó.
Aproximadamente dos días después, León Fredy Muñoz fue difamado por las redes sociales en donde, inescrupulosamente, se le acusó de haberse elaborado un autoatentado con el argumento de que estaba a punto de perder su esquema de seguridad: León Fredy fue doblemente víctima. Lo grave no sólo es la difamación, sino que la inició Camilo Moreno Tamayo, comunicador de la Secretaría de Gobierno de Bello -secretaría encargada de brindar seguridad y garantías a los ciudadanos-, quien minutos después del ataque, y sin investigación previa, ya estaba sentenciando el «autoatentado». No debe olvidarse que Moreno Tamayo pertenece a la casa política de los Suárez Mira, la cual ha sido denunciada constantemente por León Fredy Muñoz, debido a sus actuaciones irregularidades.
Ahora bien, Análisis Urbano pudo conocer que el operativo para su atentado fue comandado por alias El Tigre, quien también fue partícipe de los hechos. Además, la víctima no fue sólo León Fredy: al momento del atentado, frente al colegio Andrés Bello, ubicado a una cuadra del Concejo Municipal, se encontraba la señora Lida Zulima Pérez Quiroz, quien fue impactada por una de las balas y todavía –cuatro días después- la tiene alojada en su pelvis porque su EPS, Savia Salud, no la ha querido atender
El Tigre, criminal reconocido por su crueldad, es un lugarteniente de la banda de los Pachelly. Es, además, un jefe de sicarios que maneja el negocio “pagadiario” en los sectores El Trapiche, Cinco Esquinas, Playa Rica, Villas del Sol Araucarias y Bellavista. Los hombres bajo su mando se encargan de intimidar y sembrar terror en quienes no pagan o se atrasan en la cuota de pago.
El prontuario criminal del sujeto es bastante reconocido en el sector, al punto que se permite cometer delitos en “jurisdicciones” criminales que no le competen, se sabe que ha extendido el pagadiario a la Cumbre y el Carmelo, territorios que le pertenecen a la banda de Los Chatas. Este habría sido el caso del atentado contra León Fredy, el cual fue cometido en sector que está bajo control de la banda El Mesa.
El atentado generó una discordia entre los criminales puesto que la banda El Mesa -que tiene alianza con Los Chatas, y es un cartel de cobro y sicariato bajo órdenes de jefes Bogotanos- tiene como política criminal no cometer delitos en los barrios y sectores desde donde coordinan sus operaciones, con el fin de no “calentar” sus territorios. Por lo que la intromisión de El Tigre, a la que se le asume el respaldo de Los pachelly, fue vista con desagrado.
Al parecer, los Pachelly fueron llamados a explicar sus actos y en sus respuestas sólo demostraron que no rendían cuentas a nadie. Esta eventualidad desencadenó una tensión entre las banda criminales de Bello y a futuro podría traer represalias, en las que, como siempre, terminarán pagando las consecuencias los civiles, como es el caso Lida Zulima Pérez.
Bello lleva mucho tiempo consolidándose como un territorio salvaje, una tierra de nadie en la que sobrevive el más bárbaro. La población civil hace años clama por una intervención estatal que les devuelva la seguridad pero sobre todo la tranquilidad; las administraciones públicas han desoído el clamor. Cualquiera que vaya a este municipio por las noches, puede observar bajo el control de quién está, y el mérito, lamentablemente, no se lo lleva la institucionalidad.
Nota: Si quiere saber quiénes son Los Pachelly, puede observar estas investigaciones que Análisis Urbano ha desarrollado:
Quiénes son Los Pachelly, el poder criminal de Bello
Los Pachelly, señores de la mafia: drogas, armas y prostitución en Bello y Barbosa
Los Pachelly ingresaron explosivos a Bello días antes de las elecciones
El difícil reto de Bello, ciudad entre la legalidad y la ilegalidad
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