Sídney (Australia), 12 de junio de 2022 – Australia anunció este domingo en un comunicado la concesión de una condecoración al doctor español-australiano Lucas de Toca por su papel fundamental en la lucha contra la pandemia de la covid-19 en el país oceánico.
De Toca, nacido en Madrid y con 34 años, destacó por «su liderazgo en la gestión del exitoso despliegue de la vacuna covid-19 en la atención primaria», apuntan las autoridades australianas para reconocerle la Medalla al Servicio Público en Australia, uno de los galardones que se otorgan en el Día de la Reina.
«Ha sido muy satisfactorio, todo un privilegio, pero absolutamente agotador», confesó a Efe De Toca, quien aparece constantemente en las redes sociales del Ministerio de Sanidad hablando tanto de la covid-19 como de otras enfermedades como la viruela del mono.
El español, quien adoptó también la nacionalidad australiana hace unos cuatro años por la vía de la naturalización, trabaja desde 2018 en el Departamento de Sanidad de Australia, donde desempeña en la actualidad el cargo de director general.
Durante el inicio de la pandemia, De Toca, con una amplia formación en medicina en universidades de España, Estados Unidos y Australia, se encargó de asegurar el funcionamiento de las clínicas para responder a los pacientes con síntomas de la covid-19, así como los equipos necesarios y el material de protección para el personal sanitario, entre otras labores.
Más adelante, una vez se desarrolló la vacuna contra el patógeno, el doctor español-australiano centró su tarea en «facilitar el acceso» al fármaco contra la covid-19 a través de la atención primaria durante la campaña nacional de inmunización.
Australia inició con retraso -conforme a su cronograma oficial- la campaña de vacunación por diversos problemas, lo que provocó duras críticas contra las autoridades.
«Fue un proceso bastante duro, (tuvimos) muchas críticas. El que tu trabajo esté todos los días en las portadas de los periódicos es bastante agotador, por todo lo que se hablaba, pero al final acabamos con buenos resultados», comentó el doctor, quien llegó al país a principios de la década pasada.
Tras solucionar los imprevistos, la nación oceánica aceleró hasta lograr administrar la pauta completa de la vacuna al 96 % de los habitantes mayores de dieciséis años, mientras que en la actualidad se encuentra en la fase de inocular dosis de refuerzo a las personas más vulnerables.
APRENDIZAJE CON ABORÍGENES
Para asegurar el éxito en la campaña de inmunización fue clave la experiencia de De Toca con las comunidades aborígenes de Australia, con quienes trabajó durante un lustro en las remotas comunidades aborígenes del Territorio Norte de Australia.
Desde la colonización británica en el siglo XVIII, los aborígenes -que actualmente representan el 3,3 % del total de 25 millones de habitantes de Australia- han sufrido numerosas discriminaciones y todavía se enfrentan a grandes desigualdades y marginalización, incluyendo por parte del sistema sanitario del país.
Estos problemas, que crean una profunda desconfianza con las instituciones gubernamentales, también derivan en que más de un 40 % de los aborígenes padezca al menos una enfermedad crónica, casi un 25 % tenga un problema de salud mental, mientras que la esperanza de vida es unos ocho años menor que la del resto de los australianos.
«La única forma de asegurarse que haya acceso a una salud con calidad y que la gente confíe y acceda (a ella) es que esté controlada por la propia comunidad», precisó De Toca, cuyo modelo de trabajo cooperativo e inclusivo con las comunidades indígenas inspiró al Ministerio de Sanidad australiano para diseñar su campaña para hacer frente a la covid-19 entre los aborígenes.
Este modelo «funciona no solamente porque moralmente es mejor sino que es más efectivo» explica Toca, quien actualmente dirige este tipo de coordinaciones basadas en la inclusión entre Sanidad y las organizaciones de inmigrantes y refugiados.
De Toca reconoce que la educación y el sistema sanitario de España, «me hizo normalizar el acceso gratuito y universal a la sanidad como un derecho humano inalienable y básico», por lo que cuando diseña políticas sanitarias piensa siempre en que «aquella persona que tenga menos posibilidad, tenga acceso».
El doctor hispano-australiano es uno de los casi mil ciudadanos, entre ellos deportistas, líderes comunitarios, científicos, entre otros, reconocidos este año por el gobernador general de Australia, David Hurley, por sus servicios al país.
«Un país que permite que un inmigrante joven y gay, si estamos añadiendo elementos de potencial marginalidad, tener un puesto como este y ser galardonado. Esto dice mucho de Australia», sentencia el condecorado.
EFE