Sídney (Australia), 24 mar – Los servicios de emergencia de Australia continuaron este miércoles con las evacuaciones en el este del país ante el peligro de más inundaciones por el desbordamiento de ríos, pese a que amainaron ya las lluvias que cayeron desde el jueves pasado, en una jornada en la que se reportó el primer deceso.
Tras seis días de inundaciones, las peores en varias décadas en el estado de Nueva Gales del Sur, muchas zonas situadas en las cercanías de los ríos y en terrenos anegadizos están en riesgo, como es el caso de la localidad de Moree, a 648 kilómetros al noroeste de Sídney, y el centro de las preocupaciones este miércoles.
Las autoridades australianas han ordenado la evacuación de las zonas de anegamiento en la localidad de Moree debido a que se espera que el río Mehi alcance su máximo nivel por la noche, además de emitir otras alertas de inundaciones en zonas como las del río Hawkesbury, en el noroeste de la ciudad.
Poco después del mediodía, la Policía de Nueva Gales del Sur informó en un comunicado del hallazgo de un cuerpo dentro de un vehículo sumergido por las inundaciones en la localidad de Glenorie, en el noroeste de Sídney, una de las más golpeadas por el desastre natural.
Esta catástrofe meteorológica, que ha provocado la caída de dos tercios de la media anual de lluvias en una semana en el este de Australia, obligó a los servicios de emergencia a evacuar en las últimas 24 horas a unas 6.000 personas, dijo la jefa del Gobierno del estado de Nueva Gales del Sur, Gladys Berejiklian.
«Pero tenemos que tener en cuenta que miles y miles de personas siguen con avisos de evacuación, que los ríos seguirán creciendo, que las cuencas seguirán experimentando caudales de agua no vistos en 50 años y en algunos lugares en 100 años», agregó Berejiklian a periodistas en Sídney.
Hoy se espera una jornada soleada en el área, con unos 30 grados de temperatura en Sídney, la ciudad más grande del país y capital de Nueva Gales del Sur, pero los ríos de este estado aún siguen siendo traicioneros por los desbordes y las inundaciones que han desplazado a más de 24.000 personas desde el inicio de este desastre climático.
Mientras se realizan esta jornada las evacuaciones y el reabastecimiento de provisiones para las comunidades que siguen aisladas por las lluvias, en otros lugares afectados por las inundaciones comienzan las tareas de limpieza y a evaluarse los daños.
Para las tareas de limpieza, el Gobierno australiano anunció que desplegará unos 300 soldados en las áreas afectadas por las inundaciones, así como otros tres helicópteros adicionales que se unirán a otros dos aparatos que ya están en el terreno ayudando a los servicios de emergencia.
El Gobierno de Singapur también ofreció dos helicópteros Chinooks para estas labores, según anunció este miércoles el ministro australiano de Gestión de Emergencias, David Littleproud, mientras que el primer ministro australiano, Scott Morrison, realizó una inspección aérea de las zonas impactadas.
Por otro lado, la zona meridional del estado nororiental de Queensland, fronterizo con Nueva Gales del Sur, también está a merced de la crecida de los ríos por las lluvias torrenciales, mientras que el mal tiempo golpea el extremo sureste de Australia, incluyendo el este de la isla de Tasmania.