Sídney (Australia), 22 de marzo de 2024.- Australia y Reino Unido expresaron este viernes su rechazo a cualquier tipo de acción «coercitiva» o «desestabilizadora» en el estratégico mar de China Meridional, donde Pekín mantiene vivo diversos conflictos territoriales con Filipinas y otros vecinos.
Así lo expresaron hoy en un comunicado conjunto los ministros británicos de Exteriores, David Cameron, y el de Defensa, Grant Shapps, junto a sus respectivos homólogos australianos, Penny Wong y Richard Marles, al término de las consultas ministeriales anuales Australia-Reino Unido (AUKMIN) que se celebró en la ciudad australiana de Adelaida.
En la declaración de 43 puntos, los ministros se mostraron preocupados por «el reciente comportamiento inseguro y desestabilizador de buques chinos contra buques y tripulaciones filipinos cerca de atolón Second Thomas, en el mar de China Meridional, incluido el uso de cañones de agua y maniobras inseguras que han provocado colisiones».
También instaron a todos los países a abstenerse a «militarizar las zonas en litigio, utilizar peligrosamente buques guardacostas y milicias marítimas, e intentar perturbar la explotación legal de los recursos marinos de otras naciones», sin hacer una referencia concreta a China.
El comunicado de Reino Unido y Australia, que son socios en el acuerdo de seguridad AUKUS, suscrito en 2021 y que incluye la adquisición y construcción de submarinos nucleares en el país oceánico para reforzar su presencia en el Indopacífico, se da en un contexto de numerosos incidentes entre embarcaciones chinas y filipinas en los últimos meses en el mar de China Meridional.
Pekín y Manila mantienen un conflicto por la soberanía de varias islas y atolones en dichas aguas, que Pekín reclama casi en su totalidad por «razones históricas», si bien la Corte de Arbitraje Permanente de La Haya en 2016 dio la razón a Manila en un laudo.
Además de Filipinas y China, Vietnam, Malasia, Taiwan y Brunéi reclaman parte de este mar, por el que circula el 30 % del comercio global y que alberga el 12 % de los caladeros mundiales, además de yacimientos de petróleo y gas.
Asimismo, Australia y Reino Unido también expresaron su «profunda preocupación por la continua sistemática erosión de la autonomía» de Hong Kong, tras la aprobación esta semana de una ley de seguridad en la que figuran crímenes como la insurrección, que pueden acarrear un máximo de cadena perpetua.
En la nueva ley de Hong Kong, con categoría de región administrativa especial tras regresar bajo soberanía china en 1997, es considerada por sus críticos el último paso de una amplia represión política desencadenada por las protestas prodemocráticas de Hong Kong en 2019, así como una nueva pérdida de autonomía del centro financiero regional frente a Pekín más de dos décadas antes de su plena integración en China, prevista para 2047.
EFE