Bakú, 6 enero de 2025.- El presidente de Azerbaiyán, Ilham Aliyev, acusó hoy a las autoridades rusas de ocultar información sobre el siniestro del avión de Azerbaiyán Airlines (AZAL) que se estrelló en diciembre pasado en Aktau causando la muerte de 39 de sus 67 ocupantes, y llamó a castigar a los responsables de su derribo.
«El ocultamiento de este hecho por parte de las entidades estatales rusas y las citas de versiones absurdas nos causa asombro, pesar y una ira bastante fundamentada. Murió gente inocente», afirmó el mandatario en una reunión con familiares de la tripulación del avión, citado por la Presidencia de Azerbaiyán.
Aliyev recalcó sus reclamos a la parte rusa, que según él no informaron a los pilotos del avión siniestrado del peligro de estar en el espacio aéreo de Grozni, la capital de Chechenia, mientras repelían un ataque de drones ucranianos.
«¿Por qué la tripulación no fue advertida? Naturalmente la investigación demostrará esto», dijo.
Admitió que todavía quedan asuntos por esclarecer y cuestionó por qué el avión, tras ser dañado por el fuego antiaéreo ruso, fue enviado al aeropuerto kazajo de Aktau, junto al cual se estrelló.
«Todavía no tenemos información al respecto. Si esto sucedió en base a la decisión de los controladores aéreos locales o los pilotos comprendieron que las interferencias radioelectrónicas activadas en el espacio aéreo no le permitirían aterrizar en territorio ruso, y tomaron esta decisión», sostuvo.
Todo esto se esclarecerá tras el análisis de las cajas negras, añadió, al recalcar que Bakú exigirá «justicia y castigo para los culpables que ocasionaron la muerte de ciudadanos azerbaiyanos en este accidente».
«Si en Grozni hubiesen tomado oportunamente las medidas para cerrar el espacio aéreo, si todos los sistemas terrestres cumpliesen las normas, si hubiese una coordinación entre los militares y las instituciones estatales rusas, esta tragedia no hubiera ocurrido», zanjó.
Según un comunicado emitido por el Kremlin tras el siniestro, el avión de pasajeros azerbaiyano, que volaba estrictamente según el horario, intentó repetidamente aterrizar en el aeropuerto de Grozni, su punto de destino, en momentos en que las defensas antiaéreas repelían un ataque de drones ucranianos.
El avión de AZAL, un Embraer 190 de fabricación brasileña que realizaba el vuelo J2-8243 Bakú-Grozni, fue desviado finalmente al aeropuerto de la ciudad kazaja de Aktau, junto al cual se estrelló.
Bakú afirma que el avión de AZAL sufrió «impactos físicos y técnicos externos y perdió completamente el control» mientras se encontraba en el espacio aéreo ruso, y que solo gracias a la valentía y pericia de los pilotos consiguió llegar a Aktau e intentar un aterrizaje de emergencia.
EFE/EPA/VALERY SHARIFULIN / SPUTNIK / GRUPO DEL KREMLIN
EFE