Dacca, 14 feb – La primera esposa, 90 centavos, la segunda, 45 dólares, y así hasta los 453 dólares que un hombre debe pagar en un impuesto para contraer matrimonio y vivir en poligamia en Dacca, parte de un plan las autoridades de la capital de Bangladesh para desalentar las parejas múltiples, una práctica legal en el país, pero que ha reavivado el debate en la calle.
La Corporación del Sur de Dacca emitió la semana pasada una orden que creó un impuesto sobre los matrimonios, que crecerá de forma exponencial a medida que se amplíe el número de mujeres cónyuges para un hombre.
Bajo esta directriz, dictada este mes pero que se hizo efectiva el pasado enero, el hombre pagará 90 centavos por casarse con su primera mujer o con una nueva en caso de divorcio o viudedad, y esa cifra ascenderá a 45 dólares en el caso de que se trate de la segunda esposa, a 181 dólares para la tercera mujer, y hasta 453 dólares si se quiere estar casado con cuatro esposas al mismo tiempo.
Según la corporación municipal, esta medida esta destinada a desalentar la poligamia en el sur de Dacca, una ciudad de 10 millones de habitantes donde esta práctica es legal entre los musulmanes y los hindúes, que representan el 99 % de la población de Bangladesh, de 170 millones de personas.
“La diferencia de impuestos entre cada matrimonio se ha mantenido alta porque no queremos que una familia se rompa. Mantuvimos el tipo impositivo alto para desalentar esta práctica”, dijo a EFE el portavoz de la corporación, Abu Naser.
Hasta cuatro esposas…o más
La ley bangladesí no establece un número máximo de esposas aunque, basándose en el Corán, los eruditos islámicos del país dijeron que un hombre puede tener un máximo de cuatro mujeres a la vez.
“El Corán permitía que un hombre tuviera cuatro esposas a la vez. Pero si alguien no puede tratar a todas las esposas por igual, se le pide que viva con una sola”, dijo a EFE el subdirector de la Fundación Islámica de Bangladesh, Waliur Rahman,
El consentimiento del resto de esposas no se requiere en el Islam, pero es obligatorio según la ley de Bangladesh, señaló Rahman.
Esta disparidad entre leyes da lugar a casos como el de Robijul Islam, que dirige una autoescuela en Dacca, y que se viralizó en redes sociales el pasado diciembre tras contraer su séptimo matrimonio.
“Sé que sólo se me permite tener cuatro esposas a la vez. Pero no podía descartar a dos porque las mujeres con las que me casé son todas de familias pobres», dijo a EFE Islam, precisando que su primera esposa se divorció y ahora vive con seis mujeres.
“Ninguna de mis esposas tiene quejas sobre las demás, las trato a todas por igual. Son como hermanas la una de la otra”, agregó, y aseguró que nunca había tenido problemas legales por sobrepasar el límite de cuatro mujeres.
Dudas sobre su eficacia
El encarecimiento de esta práctica ha reabierto el debate sobre la poligamia en Bangladesh, mientras activistas por los derechos de las mujeres cuestionan la eficacia del nuevo impuesto.
“La mayoría de los matrimonios en nuestro país no están registrados legalmente», dijo a EFE la presidenta del Consejo de Mujeres de Bangladesh, Fauzia Moslem, que indicó que la medida en Dacca no servirá para cambiar la situación en el resto del país.
“Mientras no reformemos nuestras leyes personales esta práctica continuará», sentenció.
En esta línea también se expresó el abogado Ishrat Hasan, que cuestionó ante los tribunales la disposición de la poligamia en el país en 2001, al considerarla una práctica discriminatoria.
“En la ley sharia, se pedía a los hombres que trataran a sus cuatro esposas por igual. Pero no describió cómo podría garantizarse. Por eso dijimos que esta ley debería desaparecer”, dijo a EFE el letrado a Ishrat Hasan.
Pero su postura contrasta con la de otras ciudades del país asiático, que están considerando medidas similares en vistas a desalentar la poligamia sin declararla ilegal.
Es el caso de la localidad de Rajshahi, en el oeste del país y con medio millón de habitantes, aunque desde allí aseguran que ya intentaron algo parecido a principios de la década de los 2000, sin lograr resultados.
Azad Majumder
EFE