Belén tampoco escapa al fuego cruzado de bandas paramilitarizadas

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Por Luis Fernando Quijano Moreno

En los dos artículos anteriores —Recrudecen enfrentamientos armados en Medellín. ¿Qué presagia esto? y Continúa el rafagueo de fusiles en la comuna 8—, trataba de mostrar cómo la situación de Medellín es compleja y paradójica: meses de paz, meses de guerra, tiempos de silencio criminal y apogeo de este mismo después; no se puede confiar ni un minuto; cuando se anuncian los triunfos, poco después los opacan la violencia y la criminalidad.

Los conflictos actuales en las comuna 8 y 16 presagian momentos difíciles, pero eso también cambia. Faltaría saber cuál es la posición del conjunto del crimen urbano sobre esto. Ellos tienen la última voz.

Guardando las proporciones, aquí estaríamos al borde de una guerra urbano-rural generalizada debido a los focos de conflicto armado que han estallado. Estos pueden llevar al involucramiento de otras bandas e incluso no se podría descartar que la Oficina del Valle de Aburrá y las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC) —o Clan del Golfo— lo hicieran; además, la pronta captura de Carlos Chata daría pie o justificación a una nueva guerra urbana, aunque ya exista un sucesor, alias Juaco o Joaquín el ungido de Carlos Chata, para que sea fachada de los verdaderos patrones criminales.

Sin embargo, es de anotar que la posición de estas dos estructuras desde el Pacto del Fusil es la de solucionar los conflictos adentro de sus bandas o asociados. Varias veces lo han hecho y por eso no se descarta que nuevamente intervengan; claro que su intervención no es disuasiva y plena de consejos; todo lo contrario, casi siempre el fusil es el que define los conflictos y eso es lo que ha sido el Pacto del Fusil: presión militar para obligar al cumplimiento del acuerdo criminal, además de dadivas y concesiones.

Cartografía del Pacto del Fusil en la comuna 16 (Belén) año 2014.

Pero siguiendo con la línea de los dos artículos anteriores, me detendré en lo concerniente a lo que ha venido sucediendo en la comuna 16 (Belén), el enfrentamiento de Pájaros Pesebreros y Chivos. Hay que particularizar en esto debido a la intensidad de los combates que incluso han tocado a la fuerza pública. Es mucho lo que se puede decir de un conflicto que lleva tanto tiempo y del cual se adujo que se había terminado por el supuesto fin de las dos bandas en confrontación, una falacia secundada por la Dirección de Fiscalías de Medellín.

Los Chivos y Los Pájaros Pesebreros nunca fueron desmantelados, mentira sobre mentira se adujo su fin, hoy están enfrentados con más poder de fuego que antes. El 23 de julio de 2016, afirmé en una columna de opinión titulada: Alcalde Gutiérrez, según la Policía, Los Chivos ya habían sido desmantelados, cómo no era cierto que esa banda hubiera sido desmantelada ya.

Los Chivos trabajan desde hace más de tres años y medio con las Autodefensas Gaitanistas de Colombia, que han fortalecido y consolidado la banda. Es un grave error desconocer la presencia de las AGC en el Valle de Aburrá. Estas son las consecuencias de negar la realidad.

IMAGEN COMUNA 16, MEDELLÍN. FOTO ANÁLISIS URBANO.

Posteriormente, el 26 de agosto de 2016, nuevamente se documentó desde la ONG Corpades y Análisis Urbano el accionar de Los Chivos, por ejemplo, quiénes son los jefes, cuál es su modus operandi, las fuentes de financiación, los territorios donde hacen presencia y cuáles de ellos son su epicentro o cuartel general.

También se planteó que la banda de La Mano de Dios que no ha sido desmantelada, aunque se ordenó proceder con ella desde la institucionalidad, está prácticamente fusionada con Los Chivos; por lo tanto tiene dos coordinadores que rinden cuentas a los jefes de Los Chivos, que a su vez tienen que hacerlo con los comandantes de las AGC que están designados para esa zona y el Valle de Aburrá.

Sobre Los Pájaros Pesebreros también se hablado hasta el cansancio y tampoco hay oídos receptores, especialmente en la Fiscalía General de la Nación. Esta afirmación queda sustentada en los hechos violentos que se han vivido en la parte alta de la comuna 16. Es evidente que con show a bordo se trató de mostrar el fin de la banda, que nunca sucedió. ¿Alguna duda quedará sobre el supuesto y nunca realizado fin de Los Pájaros Pesebreros?

El 22 de abril de 2015, varios informes de la ONG Corpades y Análisis Urbano dieron cuenta sobre quiénes eran Los Pájaros Pesebreros, su accionar, jefes, territorios y finanzas; a la fecha siguen fortalecidos y consolidados, recibiendo órdenes desde la comuna 7 de Medellín.

¿Cómo inició el conflicto armado?

La alerta se dio el 14 de febrero de 2017 cuando se informó que desde finales de enero se venía hablando insistentemente de un posible rompimiento del Pacto del Fusil en estas zonas; se decía que era inminente el enfrentamiento entre Los Pájaros Pesebreros —al mando de Adrián, criminal que responde a las órdenes de Juancho y Hugo Pájaro— y Los Chivos, al mando de Chatán, quien recientemente había salido de la cárcel y quería, a como diera lugar, tomar el mando de Los Chivos de las AGC, expandir poder y tomar territorios que incluían, obviamente, el de los eternos enemigos: Los Pájaros Pesebreros; esto llevó a fricciones y, como suele suceder, se dispararon con fusilería. Al final parece que volvieron a pactar.

Después, Análisis Urbano tuvo conocimiento de que las bandas enemigas Los Pájaros Pesebreros y Los Chivos estarían tramando una alianza para sacar a las AGC del corregimiento Altavista. Ellos han adquirido gran poder de fuego.

Nuestro medio de comunicación tuvo la oportunidad de conocer de buena fuente que se había celebrado una reunión entre los jefes de las mencionadas bandas donde se estaba sellando el pacto para enfrentar y expulsar a las AGC que hacen presencia en el corregimiento de Altavista, parte alta, para desterrarlos y adueñarse de esa estratégica zona donde están barrios como La Esperanza, La 14 y La Perla.

Imagen tomada de El Colombiano.

Algunos pensarán que fue errónea la información, pero no es así; la rebelión fue conjurada por las AGC y La Oficina del Valle de Aburrá que exigieron la entrega de Chatán por haber orquestado la alianza que rompería el Pacto del Fusil en las zonas mencionadas en los artículos referenciados. Chatán no fue entregado y lideró entonces una disidencia de Los Chivos y se apoderó de armamento de todo tipo, en especial de fusiles. La otra parte de los Chivos se quedó quieta y no fue a la guerra contra sus antiguos compañeros y familiares. A Los Pájaros Pesebreros les tocó afrontar la guerra que parece haber sido conjurada por AGC y Oficina del Valle de Aburrá.

Hoy, Análisis Urbano presentó un Apunte Urbano que mencionaba que por orden de la plana mayor de las Autodefensas Gaitanistas de Colombia y la Oficina del Valle de Aburrá, se suspendería la confrontación armada entre una disidencia de Los Chivos, al mando de alias Chatán, y Los Pájaros Pesebreros. Pero el Apunte Urbano no planteó el esfuerzo que venía desarrollando la institucionalidad, en cabeza de la Alcaldía de Medellín, para conjurar este conato de guerra urbana. Parece que han logrado importantes logros.

Pueden leer: En Belén llegaría el fin de la confrontación armada

Sebastián Suaza Ochoa alias Chatán. Foto cortesía

Desde la ilegalidad, representada en las AGC, La Oficina del Valle de Aburrá y las bandas que están enfrentadas, se ha buscado parar el conflicto que para los intereses de las estructuras no es conveniente en un momento decisivo en el que se está hablando de diálogos y negociación con el Gobierno Nacional.

Desde la institucionalidad se han venido haciendo importantes esfuerzos por parar los conflictos en las comunas 8 y 16, esperemos vuelva la tranquilidad a las mencionadas zonas.


Apunte Urbano

El alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez; el secretario de Seguridad, Gustavo Villegas; el comandante de la Policía Metropolitana del Valle de Aburrá (Meval), brigadier general Óscar Antonio Gómez Heredia; y la directora seccional de Fiscalías de Medellín deben asegurar las zonas que hoy podrían terminar los conflictos armados que las aquejan.

Asegurar no es sinónimo de represión, es garantizar de forma permanente la presencia del Estado Social de Derecho; solo así la estrategia de seguridad integral funcionará.

Espero que por fin la bandera institucional ondee en la comuna 8 y 16 y que no se baje nunca más. No se puede olvidar que los errores cometidos en el pasado hoy se están pagando con creces. ¿Para qué ocultar la realidad si después aflora nuevamente? Lo que ocurre en las comunas 8 y 16 lo ha demostrado.

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