Lavaur (Francia), 4 septiembre.- En vísperas de que comience la alta montaña, el colombiano Egan Bernal se reencontró con el maillot blanco del Tour que distingue al mejor joven de la carrera, el primero que se enfundó el año pasado antes de que acabara por vestir el amarillo en los Campos Elíseos de París.
Tras una etapa de locura, marcada por los cortes en el pelotón que dejaron fuera a algunos de los favoritos, el ciclista del Ineos, que entró en el primer grupo, ascendió a la cuarta posición y es ya el mejor de los menores de 25 años.
Ese mismo maillot le permitió el año pasado subirse por vez primera al podio del Tour, al que ha tomado gusto.
«Es un honor tener el maillot blanco, significa que las cosas nos están saliendo bien», dijo el corredor colombiano, que arrebató ese jersey al esloveno Tadej Pogacar, cortado en un abanico y que cedió 1.21 en la meta de Lavaur.
Bernal, de 23 años, tiene 13 segundos por delante al británico Adam Yates y a 10 al esloveno Primoz Roglic, que todo el mundo apunta que es su principal rival para la victoria final.
Ahora llegan dos etapas pirenaicas y, aunque ninguna tiene final en alto, el colombiano cree que habrá ataques y considera que puede ser un buen momento para ir ganando tiempo, sabedor de que este Tour se cierra con una contrarreloj que es más favorable para sus rivales.
EL INEOS, OFENSIVO
Bernal agradeció el trabajo de su equipo, que fue el que propició el abanico en el que, además de Pogacar, se quedó descolgado el español Mikel Landa, otro de los pretendientes al triunfo final.
«El Tour se gana también en etapas como esta, hay que aprovechar todos los terrenos», dijo.
El Ineos tenía marcado el punto en la carretera. A la salida de Castres, a unos 40 kilómetros para la meta, estaba previsto que el viento soplara de costado, un filo para el pelotón, que se partió en mil pedazos.
La detonación no pilló desprevenido a ninguno de los capos colombianos del pelotón.
Nairo Quintana, muy arropado por sus compañeros del equipo Arkea, se quedó en el grupo de los favoritos, aunque poco aportaron para distanciar a los que se habían quedado cortados.
El premio para el de Boyacá fue ganar dos puestos en la general, para situarse ahora en la posición sexta, a la espera de que la carretera se empine para que pueda demostrar sus mejores condiciones.
Quintana, que ya ha subido tres veces al podio de París, ha superado con nota una primera semana llena de trampas.
Lo mismo sucedió a Miguel Ángel López, que ahora es octavo y que cuando sintió que por detrás había hombres importantes implicó a sus hombres del Astana para incrementar la ventaja.
«La moral del equipo es excelente, después de la victoria de (Alexey) Lutsenko. Ha trabajado mucho y merecía ese triunfo», dijo «Supermán», que también ve cómo llega su terreno favorito.
URÁN, EN EL «TOP 10»
Rigoberto Urán se metió en el «top 10» tras la etapa y también contribuyó a alejar a los descolgados con algunos hombres del Education First en las posiciones altas del pelotón.
El segundo de 2017 estuvo bien respaldado por su compatriota Sergio Higuita, campeón de su país, que es decimoquinto de la general.
Quien sí perdió tiempo en la jornada fue Esteban Chaves, que se quedó cortado y ganó la meta a 1.21 de los mejores.
El corredor del Mitchelton, compañero del actual líder de la general, era séptimo en la general y cayó hasta el puesto 17.
Luis Miguel Pascual
EFE