Washington, 20 septiembre.– El candidato presidencial demócrata, Joe Biden, vinculó este domingo la pandemia de COVID-19 con la posible confirmación del candidato que el presidente de EE.UU. Donald Trump, designe para cubrir una vacante en el Tribunal Supremo, en un intento de volver a poner el foco del debate electoral en la gestión del mandatario de la crisis sanitaria.
Biden avisó hoy en un discurso en Filadelfia de que la cobertura sanitaria de muchos estadounidenses podría estar en peligro si el mandatario logra colocar a su futuro nominado en el Tribunal Supremo.
Dirigiéndose a los votantes estadounidenses afirmó: «Conforme hablo estamos sobrepasando las 200.000 muertes por este virus, decenas de millones de estadounidenses están desempleados, la atención sanitaria en este país está en juego en esta corte y ahora en un movimiento político abrupto este presidente y el líder republicano (Mitch McConnell) han decidido forzar un nombramiento vitalicio ante el Tribunal Supremo de EE.UU. en el Senado».
«Es lo último que necesitábamos ahora», lamentó el que fuera vicepresidente de Barack Obama (2009-2017).
OBAMACARE, SUPREMO, COVID-19…
Biden se refería a la ley de Cuidado Asequible (ACA, en inglés), también conocida como Obamacare, blanco favorito de Trump, quien durante su campaña electoral en 2016 prometió que «de inmediato y desde el primer día» de su Presidencia abrogaría esa legislación y la reemplazaría por un programa mejor, más barato y que, según él, ampararía a todos los estadounidenses.
Durante estos años, los republicanos han planteado numerosos pleitos en los tribunales contra diversos aspectos de la ley.
Precisamente, una semana después de las elecciones generales de noviembre, se espera que el Supremo estudie el futuro de Obamacare, que una coalición de estados en manos de los republicanos espera revocar, incluida una de sus cláusulas que requiere que las aseguradoras cubran enfermedades previas de los asegurados.
Biden aseguró que «Donald Trump está ante el Supremo intentado arrebatar la cobertura sanitaria a decenas de miles de familias; arrebatar la paz mental a más de 100 millones de estadounidenses con enfermedades previas. Si triunfa los seguros de nuevo discriminarán o quitarán toda la cobertura a gente con enfermedades previas como asma, diabetes, cáncer y otros muchos problemas».
«Y quizás, lo más cruel de todo es que si Trump lo consigue (quitarán la cobertura) por las complicaciones por la COVID-19», auguró.
EE.UU. es el país más afectado por la pandemia con más de 6,7 millones de casos confirmados y casi 200.000 fallecidos, según los datos de la Universidad Johns Hopkins.
Hasta ahora, la crisis sanitaria y económica originada por el coronavirus, y la gestión por parte del Gobierno federal, habían sido el tema principal de la campaña electoral, pero la muerte de la jueza progresista del Supremo Ruth Bader Ginsburg el viernes a los 87 años ha desviado el foco hacia el futuro de esta corte.
LLAMAMIENTO A LAS CONCIENCIAS REPUBLICANAS
El sábado Trump adelantó su intención de nombrar a su sustituto la próxima semana y que sería posiblemente una mujer, después de que líder de la mayoría republicana en la Cámara Alta, Mitch McConnell, prometiera que sometería a voto en el hemiciclo al nominado del mandatario.
Con Ginsburg, el Supremo tenía cinco jueces conservadores y cuatro progresistas, con lo que si Trump logra la confirmación de su nominado apuntalaría aún más el predominio conservador, que podría durar décadas y adoptar decisiones de calado en asuntos como el aborto o la inmigración, fundamentales para su base de votantes.
Los jueces de ese tribunal son designados por el presidente y confirmados en el Senado.
Ante la decisión de McConnell de celebrar una voto en la cámara antes de los comicios, Biden apeló este domingo a las conciencias de los senadores republicanos para que no lo permitan.
«No soy ingenuo. No me dirijo al presidente de Trump, que hará lo que quiera, no me dirijo a Mitch McConnell que hará lo que quiera, y lo hace, hablo a esos republicanos que están ahí, a los senadores republicanos que en el fondo saben lo que es bueno para el país (…) y no solo lo que es bueno para el partido», apuntó el aspirante presidencial.
Por el momento, dos senadoras conservadoras, Lisa Murkowski y Susan Collins, han anunciado su oposición a que se cubra la vacante dejada por Ginsburg antes de las elecciones.
Los republicanos son mayoría en la Cámara Alta con 53 de los 100 escaños, y necesitarían 51 votos para confirmar al nominado por Trump para el Supremo, con lo que solo pueden perder tres respaldos antes de que el presidente de la Cámara, el vicepresidente del país Mike Pence, pudiera emitir un voto de desempate.
Si aparte de Collins y de Murkowski, otros dos senadores republicanos se oponen a celebrar la confirmación del nominado por Trump antes de las elecciones, los demócratas tendrían entonces apoyo suficiente para evitar que se produjera la nominación.
EFE