Kabul, 20 de junio del 2023 – Tras echar el cierre, Shukrullah, un comerciante de Kabul, pasa una hora reparando con celo los billetes rotos con los que pagan sus clientes, una obligación en la economía de Afganistán aislada e inundada de billetes desgastados, mientras los talibanes buscan opciones para imprimir su moneda.
El problema con los decrépitos afgani, la moneda nacional, se extiende a todos los ámbitos de la vida en este país asiático donde el efectivo es rey y que se encuentra sumido en una grave crisis económica y social por décadas de conflicto, agudizada por la toma de poder de los talibanes en agosto de 2021.
MONEDA IRRECONOCIBLE
«Después de un largo día en la tienda, paso una hora reparando los billetes rasgados con cinta adhesiva», explicó a EFE Shukrullah, que regenta un negocio en el distrito policial 5 de la capital afgana.
Mohammad Yahooq Mirzaee, un tendero del distrito policial 4 capitalino, constató a EFE que los billetes «son muy frágiles y están desgastados», pero no puede arriesgarse a rechazarlos y perder un negocio aunque esto le cause luego problemas.
«Los mayoristas no los aceptan», explicó un resignado Mirzaee.
No solo suscitan problemas entre comerciantes y sus distribuidores, sino que el estado de la moneda afgana es fuente de peleas diarias a la hora de hacer cualquier transacción. En muchos de los billetes, lamentó a EFE el residente capitalino Omar Pamir, ni siquiera se distingue su valor. ¿Diez afganis, veinte, cincuenta?
«Cada día tenemos que discutir con nuestros pasajeros por el dinero viejo, algunas veces estas peleas duran minutos», señaló a EFE Abdul Ghani, conductor de una furgoneta en la ciudad sureña de Kandahar.
La situación en Kabul ya es complicada, pero el problema se extiende a todas las provincias de este país asiático y los cambistas han empezado a reemplazar billetes viejos por otros más nuevos a cambio de una comisión.
NUEVO CONTRATO PARA IMPRIMIR BILLETES
Los talibanes y el banco central afgano (DAB, en inglés) han tratado de resolver el problema obteniendo billetes nuevos, a través de contratos con compañías extranjeras.
Y es que Afganistán siempre ha dependido de empresas en el extranjero para imprimir su moneda, explicó a EFE un gobernador adjunto retirado de la institución, Wahidullah Nosher.
«Hace tres años que no se imprimen nuevos billetes, y el último contrato data del (depuesto) Gobierno de la república con la imprenta polaca PWPW por 10.000 millones de afganis», explicó.
El pasado 14 de junio, el director del DAB afirmó durante un encuentro con el primer ministro del Gobierno interino afgano, Maulawi Abdul Kabir, que el banco central ha alcanzado un nuevo acuerdo con otra compañía internacional para obtener nuevos billetes.
El DAB no ha aportado detalles sobre la compañía o el número de billetes, y un portavoz del banco, Haseebullah Noori, se limitó a indicar a EFE que hará los detalles públicos «cuando haya novedades».
Nosher apuntó a que este último contrato se alcanzó con una compañía francesa por 100.000 millones de afganis.
Sin embargo, una fuente del DAB que pidió el anonimato destacó los problemas con las recientes campañas para renovar los billetes en Afganistán.
«El DAB anunció que proveería cien millones de nuevos billetes a los bancos comerciales, pero hasta donde yo sé, sólo se han distribuido unos 20 y no sé dónde han ido a parar los restantes», lamentó.
EFE