Birmania inicia un censo con vistas a celebrar elecciones en pleno conflicto armado

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Habitantes de Rangún, la antigua capital y la ciudad más poblada de Birmania (Myanmar), aguardan la llegada de un autobús en una fotografía de archivo del pasado agosto. EFE/EPA/NYEIN CHAN NAING

Bangkok, 2 de octubre de 2024.- Las autoridades birmanas han iniciado un censo de población para actualizar los datos del país con vistas a celebrar las elecciones prometidas por la junta militar, que la semana pasada hizo un llamamiento rechazado por los grupos rebeldes para poner fin al conflicto armado.

El diario oficialista «Global New Light of Myanmar», controlado por los militares, informó este martes de que los funcionarios comenzaron la víspera a recoger los datos de las 68 preguntas efectuadas por más de 40.000 voluntarios, que lo harán hasta el 15 de octubre, en todo el país.

El medio indicó que esta nueva lista renovará la realizada en 2014 y que actualizará las estadísticas poblacionales para que el país pueda planificar sus políticas de desarrollo de una manera sostenible en materia económica, social y administrativa.

El Gobierno de Unidad Nacional (NUG, en inglés), conformado por políticos derrocados y activistas birmanos en oposición al golpe militar de 2021, y otros grupos rebeldes han pedido el boicot del censo porque niegan la legitimidad de la junta y ante el miedo que sea usado como una herramienta de represión.

A principios de septiembre, el jefe de la junta militar, Min Aung Hlaing, afirmó que el censo servirá también para realizar listas de votantes «correctas y precisas» para la celebración de unas elecciones democráticas previstas en 2025.

La semana pasada, el régimen castrense, que detenta el poder desde el golpe de Estado, hizo un llamamiento a las guerrillas de las minorías étnicas y las milicias prodemocráticas para resolver el conflicto que les enfrenta mediante la «política» o «elecciones».

Sin embargo, la oferta fue rechazada por los grupos rebeldes, incluido el Gobierno de Unidad Nacional, algunas milicias prodemocráticas y la guerrilla étnica Unión Nacional Karen (KNU).

Estos grupos instaron a la junta militar a devolver el poder al pueblo y dejar de bombardear a la población civil en medio del conflicto en gran parte del país, que acumula 3,3 millones de desplazados y 18,6 millones de personas en necesidad de ayuda humanitaria.

La celebración de elecciones ha sido una de las promesas de la junta tras el golpe, justificado por los militares por un supuesto fraude durante los comicios generales de noviembre de 2020, ganados con el aval de observadores internacionales por la Liga Nacional para la Democracia (LND) de la nobel de la paz Aung San Suu Kyi, quien permanece detenida desde la sublevación.

El golpe de Estado ha sumido Birmania (Myanmar) en una profunda crisis política, social y económica, y ha abierto una espiral de violencia con nuevas milicias civiles que ha exacerbado la guerra de guerrillas que vive el país desde hace décadas.

EFE