Washington, 3 agosto.- El secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, y el presidente de Afganistán, Ashraf Ghani, coincidieron este martes en una llamada telefónica en la necesidad de acelerar las negociaciones de paz sobre el país asiático para lograr un acuerdo inclusivo.
El Departamento de Estado informó en un comunicado de la conversación telefónica en la que Blinken transmitió a Ghani el fuerte compromiso de EE.UU. con Afganistán.
Ambos manifestaron la necesidad de llegar a un acuerdo político que, además de ser inclusivo, «respete los derechos de los afganos, incluidas las mujeres y las minorías, y que permita al pueblo afgano tener voz a la hora de elegir a sus líderes».
Asimismo, ese pacto debería «evitar que el suelo afgano sea empleado para amenazar a EE.UU. y sus aliados», indica el texto.
Blinken y Ghani condenaron los ataques de los talibanes y lamentaron la pérdida de vidas de inocentes y el desplazamiento de civiles.
EE.UU. tiene previsto completar para antes del 31 de agosto el repliegue de sus fuerzas de Afganistán, cuya fecha límite inicial era el 11 de septiembre, con motivo del vigésimo aniversario de los atentados del 11-S.
El Gobierno afgano anunció este martes que «en los próximos días» buscará en dos conferencias en Doha el apoyo decisivo de la comunidad internacional para una solución política con los talibanes y el fin de la guerra.
Las fuerzas de seguridad afganas y los talibanes han mantenido intensos combates en las últimas 24 horas en al menos once de las 34 provincias afganas, con cerca de 400 insurgentes muertos y miles de civiles obligados a huir de sus hogares.
La rápida escalada sin precedentes de la violencia en Afganistán por parte de los talibanes empezó el pasado 1 de mayo, cuando comenzó la fase final de retirada de las tropas de Estados Unidos y de la OTAN.
La ofensiva talibán en los últimos meses ha permitido a los insurgentes capturar alrededor de 125 de los 407 distritos del país, algo inédito en dos décadas de conflicto.