La Paz, 25 noviembre.- El fútbol boliviano lamentó la muerte este miércoles de Diego Armando Maradona, a quien recordó como un mito.
Bolivia ha sentido la muerte del astro argentino de 60 años con varios mensajes de dolor de políticos, figuras del fútbol y equipos locales que se condolieron.
«Con un dolor en el alma me he enterado de la muerte de mi hermano Diego Armando Maradona. Una persona que sentía y luchaba por los humildes, el mejor jugador de fútbol del mundo», escribió en Twitter el expresidente boliviano Evo Morales.
La relación de Morales y Maradona proviene de hace varios años con las ideas de izquierda como principal vínculo de unión entre ambos, además de la lucha deportiva que el exmandatario impulsó hace más de una década para defender el juego del fútbol en la altitud, aspecto que Maradona respaldó sin dudar.
«Muere un Mito mundial», destacó también en redes sociales el periodista, historiador y expresidente de Bolivia Carlos Mesa, gran aficionado al fútbol.
El exmandatario destacó que entre las mayores figuras del fútbol mundial como Pelé, Aldredo Di Estéfano o Lionel Messi, fue Maradona el que «menos partidos jugó» ante equipos y selecciones bolivianas, un total de cuatro y con un gol anotado en la victoria de Argentina ante Bolivia 3-0 en la Copa América de 1979.
«Viviste como quisiste, jugaste como quisiste, fuiste campeón y no le pediste cuentas más que al balón. Lo dominabas siempre. Te recordaré siempre», fueron las líneas que dedicó el histórico técnico de Bolivia, el español Xabier Azkargorta, que comandó la clasificación boliviana al Mundial de Estados Unidos 1994 y que fue el último que jugó Maradona.
En tanto que la Federación Boliviana de Fútbol manifestó «sus más sentidas condolencias» al que consideró un «referente histórico del fútbol en el mundo entero».
Equipos bolivianos como el Wilstermann y el Bolívar, que juegan la Copa Libertadores y Sudamericana, respectivamente, también hicieron público su pesar por el fallecimiento del que fue campeón del mundo en 1986.
Maradona sufrió un paro cardíaco en su domicilio de la provincia de Buenos Aires y al menos cuatro ambulancias se dirigieron a su vivienda, mientras que su deceso fue anunciado poco después.
El entrenador de 60 años estuvo a principios de noviembre diez días internado en una clínica de Buenos Aires por anemia, deshidratación y con un «bajón anímico», pero al hacerle exámenes se le diagnosticó un hematoma subdural por el que fue operado y se recuperaba.