Río de Janeiro, 11 diciembre.- El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, encabezó este viernes el acto de botadura del segundo de los cinco submarinos que el país construye en sociedad con Francia, proyecto que incluye uno de propulsión nuclear que operará a partir de 2029.
La ceremonia fue realizada en el complejo naval de Itaguaí, en la zona oeste de Río de Janeiro, donde se sitúan los astilleros que se han construido en cooperación con Francia para el desarrollo del que está considerado como el proyecto de defensa más amplio y ambicioso de Brasil, cuyo coste total se calcula en 6.700 millones de euros.
En un breve discurso, Bolsonaro destacó una iniciativa que «con abnegación, contribuye para una patria fuerte y un Brasil soberano» y se dijo «convencido de que esta y otras iniciativas posibilitarán un futuro grandioso para el pueblo brasileño».
El Humaitá, botado este viernes, es el segundo submarino de un proyecto de cooperación y transferencia de tecnología que Brasil firmó con Francia en 2008 y que prevé la construcción de cuatro sumergibles convencionales y un quinto con propulsión nuclear.
El submarino Humaitá tiene capacidad para 35 tripulantes, 71,6 metros de eslora, 6,2 metros de manga, un desplazamiento de 1.870 toneladas y puede operar a profundidades de hasta 300 metros, impulsado con cuatro motores que utilizan combustible diesel y otro eléctrico.
Es similar al Riachuelo, el primer sumergible de este proyecto y que está en operaciones desde octubre del año pasado. Las otras dos unidades con propulsión convencional, según las previsiones de la Marina, serán botadas al mar en 2022 y 2023.
El acuerdo galo-brasileño tiene como base el submarino Scorpene, uno de los más modernos que existen y calificado como de quinta generación.
La previsión es que todo el proyecto concluya en 2029, con la botadura del primer submarino de propulsión nuclear de Brasil, que incluirá al país en un exclusivo club hasta ahora sólo integrado por China, Estados Unidos, Francia, Inglaterra, Rusia y la India.