Bruselas, 21 septiembre.– El alto representante de la Unión Europea (UE) para la Política Exterior, Josep Borrell, consideró este lunes que hay razones para un «optimismo cauto» en la crisis de Libia, mientras la UE se dispone a aprobar sanciones por violar el embargo de armas decretado por la ONU a ese país.
«Veo una razón para un optimismo cauto. Hay un impulso positivo, hay un alto el fuego, necesitamos utilizarlo», indicó Borrell a su llegada a un Consejo de ministros comunitarios de Exteriores, que abordarán la situación en Libia entre otros asuntos.
El político español indicó que informará al Consejo sobre su visita a Libia y de sus contactos con el Gobierno de Egipto sobre «cómo podemos apoyar los esfuerzos de paz».
Además, confirmó que habrá «algunas decisiones concretas sobre la lista de sanciones» que la UE aplica con motivo de la crisis en ese país.
Se espera que los ministros respalden hoy un acuerdo político para sancionar a una serie de empresas que consideran culpables de vulnerar el embargo de armas decretado por la ONU a Libia, una de ellas turca, según fuentes comunitarias.
También prevén respaldar un preacuerdo para sacar de la lista de personas sancionadas por la crisis libia al líder del Parlamento en la ciudad oriental de Tobrouk (tutelado por Ejército Nacional Libio del mariscal Jalifa Hafter), Aguila Saleh, habida cuenta de su cooperación en los últimos meses para que el país logre una salida política negociada.
Borrell también indicó que los ministros abordarán hoy la relación con África pese a haber decidido retrasar la cumbre prevista con ese continente por la crisis del coronavirus.
En cualquier caso, recalcó que «seguiremos trabajando con nuestros socios africanos para afrontar los nuevos retos, como la lucha contra la pandemia y la recuperación económica».
También informará el alto representante a los ministros sobre la última reunión del Grupo Internacional de Contacto para apoyar una salida política a la crisis de Venezuela y de sus contactos durante el verano con el Gobierno y la oposición del país caribeño, y apuntó además que abordarán la vecindad sur.
Sobre ese punto, la ministra española de Exteriores y Cooperación, Arancha González Laya, dijo a su llegada al Consejo que es necesario «reforzar la vecindad sur, dar un impulso a la política de vecindad que nos ayudará a estabilizar política, económica y socialmente el Mediterráneo, de Libia a Túnez, Argelia, Marruecos y Oriente Medio».
Otro asunto de actualidad sobre el que podrán expresarse los ministros es las tensiones con Turquía por las prospecciones en el Mediterráneo oriental que han chocado contra los intereses de Grecia y Chipre.
«La única solución a esta crisis es la diplomática», insistió por su parte el ministro alemán de Exteriores, Heiko Maas.
El enfado de Chipre, que pide a la UE más firmeza ante Turquía, llevó a ese país a bloquear el pasado viernes sanciones contra Bielorrusia por fraude electoral en las presidenciales del pasado 9 de agosto y represión contra la población, aunque hoy su ministro de Exteriores, Nikos Christodoulides, dijo estar dispuesto a llegar a un acuerdo.
En opinión de Maas, la «violencia» que el presidente bielorruso, Alexandr Lukashenko, que se proclamó vencedor en los comicios, «utiliza contra manifestantes pacíficos es inaceptable».
«Tenemos que preguntarnos si las sanciones sólo deberían aplicarse a los responsables del fraude electoral y la opresión o también a Lukashenko, la principal persona responsable», apuntó.
EFE