Río de Janeiro, 18 mar – El sacrificio de reses, cerdos y pollos en Brasil alcanzó niveles históricos el año pasado, desde que se inició la medición en 1997, gracias a la demanda interna y al aumento de las exportaciones, informó este martes el Gobierno.
En total, se sacrificaron 39,27 millones de reses, un 15 % más que en 2023; 6.460 millones de pollos (+2,7 %) y 57,8 millones de cerdos (+1,2 %), según el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE).
La entidad atribuyó el aumento de los sacrificios de ganado vacuno a las exportaciones récord de carne fresca, que alcanzaron los 2,55 millones de toneladas el año pasado, y a la estabilidad en el precio promedio de la arroba.
«El fortalecimiento de la economía interna, la mejora en las condiciones de empleo e ingresos y la caída de la tasa de desempleo que hubo en 2024 impulsaron la demanda interna, contribuyendo al desempeño más robusto del sector», señaló Angela Lordão, gerente de la investigación.
Sobre el sacrificio de pollos, la experta apuntó que el incremento se debe a la «gran demanda» de la proteína tanto en el país como en el exterior, resaltando que Brasil es el mayor exportador mundial de pollo.
Cerca del 65 % de la producción de carne de pollo se consume en el país y un 35 % se embarca al exterior, explicó.
En cuanto al ganado porcino, dijo que el aumento de los sacrificios está relacionado con la apertura de nuevos mercados, como el de Filipinas.
En el apartado avícola, el IBGE también destacó que el año pasado se produjeron 4.670 millones de huevos en Brasil, también un nuevo récord para el país.
Según datos oficiales, Brasil es el segundo mayor productor de carne bovina del mundo (después de Estados Unidos), el tercero mayor de carne de pollo y el cuarto de la porcina.
Como exportador, el país suramericano lidera los embarques mundiales de carne bovina y de pollo, y es el cuarto mayor abastecedor de la de cerdo.
EFE