Brasilia, 2 noviembre.- Brasil sumó este lunes 179 nuevos fallecidos relacionados con la covid-19 y acumula 160.253 en total, en una jornada marcada por los homenajes a las víctimas de la pandemia en distintas ciudades con motivo del Día de los Muertos.
De acuerdo con el último boletín del Ministerio de Salud, el número de infectados por la enfermedad subió hasta los 5.554.206, después de registrar 8.501 casos en las últimas 24 horas.
Este lunes fue el segundo día consecutivo que el país reporta menos de 200 óbitos diarios asociados al nuevo coronavirus, aunque durante los fines de semana y los días festivos las cifras suelen ser inferiores debido a la menor actividad en los laboratorios y los órganos públicos.
A pesar de la desaceleración que ha experimento la pandemia en las últimas semanas, Brasil, con una población de 212 millones de habitantes, continúa siendo el segundo país con mayor número de decesos, solo por detrás de Estados Unidos, y el tercero con más contagiados, después de EE.UU. y la India.
El riesgo de contagio aún es muy alto en el país suramericano, pues presenta una tasa de incidencia de 2.643 casos por cada 100.000 habitantes, mientras que el índice de mortalidad se sitúa ahora en los 76,3 fallecidos por cada 100.000 habitantes.
Asimismo, las autoridades sanitarias brasileñas investigan otras 2.355 muertes que podrían haberse producido por la covid-19.
El Ministerio de Salud destacó además que 4.998.408 pacientes ya se recuperaron de la enfermedad, lo que supone un 90 % del total.
El estado brasileño con peores números es Sao Paulo, el más poblado e industrializado del país, al contabilizar 1.117.795 casos confirmados y 39.346 muertes asociadas al nuevo coronavirus.
HOMENAJES A LOS FALLECIDOS POR LA PANDEMIA
Con motivo del Día de Muertos, algunas de las ciudades más afectadas por la crisis sanitaria, como Sao Paulo y Río de Janeiro, realizaron homenajes en recuerdo a las víctimas de la pandemia.
En Sao Paulo, las sirenas de 32 ambulancias sonaron durante un minuto en el centro de la urbe y dieciséis monumentos históricos lucieron una banda negra en señal de luto.
En Río de Janeiro, el arzobispo Orani Tempesta encendió una «llama de la esperanza» en un cementerio de la capital fluminense para iluminar a los científicos que buscan una vacuna contra la covid-19 e inauguró un memorial al aire libre para conectar espiritualmente con los difuntos.
En ese acto participó Nísia Trindade, presidenta de la Fundación Oswaldo Cruz (Fiocruz), institución que coordina en Brasil los ensayos de la potencial vacuna desarrollada por la farmacéutica británica AstraZeneca y la Universidad de Oxford.
Trindade dijo a los periodistas que espera que el proceso de inmunización comience en el país «en el primer trimestre de 2021», una vez la vacuna sea aprobada por la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa), vinculada al Ministerio de Salud.
Este Día de Muertos también estuvo marcado por las restricciones sanitarias aún vigentes en muchos de los 27 estados brasileños y que afectan a los cementerios, en muchos de los cuales solo se permitió la entrada con mascarilla y previo análisis de la temperatura corporal.
No así en la ciudad de Manaos (norte), que meses atrás llegó a tener sus servicios sanitarios y funerarios colapsados por la pandemia y donde las visitas a los cementerios siguen suspendidas y sólo se permite la entrada para realizar entierros.
La capital del estado de Amazonas fue la primera gran urbe del país en verse desbordada. Llegó incluso a enterrar a sus fallecidos en fosas comunes y tuvo que lidiar con la escasez de ataúdes.
En las últimas semanas ha registrado un repunte de casos de covid-19 que obligaron a las autoridades locales a imponer nuevas restricciones a la movilidad.