Brasilia, 26 octubre.- El vicepresidente de Brasil, el general de la reserva Hamilton Mourao, anunció este lunes que el Gobierno prorrogará la operación de las Fuerzas Armadas destinada a combatir delitos medioambientales en la Amazonía hasta abril de 2021.
El operativo «irá hasta abril, vamos a prorrogar; la decisión está tomada», indicó a los periodistas Mourao, quien coordina el Consejo Nacional de la Amazonía, ecosistema que ocupa alrededor del 60 % del territorio brasileño.
Las Fuerzas Armadas trabajan desde mayo pasado contra la deforestación y los incendios que avanzan en el mayor bosque tropical del planeta, en una acción que en un principio finalizaría en noviembre y que ahora se ampliará hasta abril del próximo año.
«Tenemos los recursos suficientes para llegar hasta abril», indicó Mourao.
Sin embargo, la presencia de cerca 10.000 soldados del Ejército no se ha traducido en una reducción drástica de los índices de destrucción en la Amazonía, que se han disparado desde que el presidente ultraderechista Jair Bolsonaro asumió el poder en 2019.
El año pasado la deforestación y los incendios crecieron un 85 % y un 30 %, respectivamente, en el bioma, según datos del estatal Instituto Nacional de Pesquisas Espaciales (INPE).
En estos casi diez meses de 2020, la Amazonía brasileña ya ha registrado 90.571 focos de incendios, una cifra mayor que el total reportado en todo el 2019, cuando hubo 89.176 fuegos, de acuerdo con el INPE.
Las alertas de deforestación entre enero y septiembre de este año abarcaron 7.063 kilómetros cuadrados de selva, lo que supone un descenso del 10,25 % frente a los primeros nueve meses de 2019, aunque aún presenta niveles alarmantes.
Las organizaciones medioambientales y algunos gobiernos europeos han atribuido ese incremento de la destrucción amazónica al discurso antiecologista de Bolsonaro, quien defiende la explotación de las riquezas naturales del ecosistema y es contrario a demarcar nuevas reservas indígenas.
Este año la preocupación de la sociedad civil, y también de importantes fondos de inversión internacionales, se ha extendido además al Pantanal, el mayor humedal del planeta que Brasil comparte con Bolivia y Paraguay y donde se han registrado los peores incendios de las dos últimas décadas.
La semana pasada, Bolsonaro dijo en un acto oficial que su gabinete está preparando un sobrevuelo por la Amazonía para que diplomáticos extranjeros vean, según él, que «no se está quemando nada, ni hay una hectárea de selva devastada».