Medellín (Colombia), 26 jul – «Hoy es nuestro día», exclamó María Auxilio Arenas para describir el sentir del colectivo de «Mujeres caminando por la verdad» al empezar este viernes en una escombrera de Medellín una nueva búsqueda de desaparecidos durante el conflicto armado vivido entre 2001 y 2004 en la Comuna 13.
La mujer de 73 años y pelo encanecido, que ha vivido la mitad de su vida en esta barriada donde las excavaciones de la Unidad de Búsqueda de Personas Desaparecidas (UBPD) encendieron la ilusión de cientos de familias, dijo a EFE que «son 22 años de lucha para que llegara a este momento».
La Justicia Especial para la Paz (JEP) ordenó el inicio en el sector conocido como La Escombrera de las labores de búsqueda, prospección y, de ser posible, exhumación de cuerpos de personas dadas por desaparecidas.
Luego de una pequeña intervención en 2022 y de múltiples dilataciones que han sido una «revictimización» para las familias y las mujeres buscadoras, la maquinaria empezó a remover tierra dentro en el marco del Plan de Intervención Técnico-Forense que empezó a ser ejecutado con el beneplácito de colectivos de víctimas y organizaciones sociales.
«Vamos a salir triunfadoras de acá. Sé que acá vamos a encontrar a muchos de nuestros desaparecidos y se van a dar cuenta que no es un mito. Nosotros vivimos el conflicto y sabemos lo que pasó acá», sostuvo Arenas, portavoz del colectivo.
El magistrado de la JEP Gustavo Salazar detalló a periodistas que este proceso implica un trabajo de entre ocho y nueve meses al tener que remover 35.000 metros cúbicos.
«Vamos a mover una gran parte de la montaña buscando a las víctimas de desaparición que posiblemente estén inhumadas en esta zona», apuntó Salazar, y aseguró que esta intervención es «mucho mayor que las anteriores, es de otras proporciones, 40 veces superior».
Explicó que para la elección del «polígono delimitado» se basaron en información que entregaron desmovilizados, las comunidades, víctimas y testigos, además, de utilizar información satelital para ver los cambios que ha experimentado el suelo durante dos décadas.
En La Comuna 13, sector popular que fue escenario de operaciones militares violentas y estuvo controlado por años por la guerrilla y los paramilitares, la JEP calcula que hubo al menos 459 personas desaparecidas entre 1981 y 2016, por grupos armados ilegales, así como por la fuerza pública.
Escarbando la verdad
La abogada Adriana Arboleda, coordinadora del área de víctimas de la Corporación Jurídica Libertad, dijo a EFE que la Comuna 13 tiene «más de 400 desaparecidos» y calificó como un «logro» dentro de una «larga lucha» al hacer que la institucionalidad responda al derecho que tienen las víctimas de buscar a sus seres queridos.
«Todo este lugar se debió haber explorado hace 20 años. Hoy estamos quemando los últimos cartuchos, pero la búsqueda no se agota», sostuvo Arboleda.
En 2015, la Fiscalía hizo en un área del mismo vertedero una intervención forense en la que no se encontraron restos de desaparecidos y que causó desazón en la comunidad por su abrupta interrupción y el lugar explorado.
«Esta vez hay más argumentos técnicos y científicos para decir: vamos a estar en este lugar. En 2015 un paramilitar señaló el sitio y se llegó sin mayor criterio», acotó la abogada.
Antes de remover los primeros metros cúbicos de tierra en el vertedero de escombros, tres actos simbólicos reflejaron los que ha sido el transitar de las familias, en especial con un mandala en forma de corazón, hecho con piedras y rodeado con velas encendidas y tierra, en cuyo centro dispusieron pétalos de flores rojas junto a la frase «Escarbando la verdad, desenterrando la justicia».
Entre las fotografías de desaparecidos y un camino marcado con aserrín, destacaron una veintena de sillas vacías marcadas con los nombres de las mujeres que murieron esperando respuestas y que este día llegara.
La religiosa Rosa Cadavid, de la Fundación Santa Laura Montoya, expresó ante los asistentes que «madres y familias miran desde su ventana este morro (montaña de escombros) y lloran porque aquí está su dolor y su sufrimiento».
Este acto estuvo acompañado por la directora de la UBPD, Luz Janeth Forero; el director de la Unidad de Investigación y Acusación de la JEP, Giovanni Álvarez; el Secretario de la Paz y Derechos Humanos, Carlos Arcila; y el jefe adjunto de la oficina regional de Medellín de la Misión de Verificación de la ONU en Colombia, Richard Clarke.
EFE