Cabildos indígenas, en medio de un campo de guerra entre las AGC y el ELN en Chocó

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En un comunicado, el resguardo indígena Opogadó y Doguadó, comunidad indígena filial de la Federación de Asociaciones de Cabildos Indígenas, Fedeorewa, en el departamento del Chocó, denunció que sus integrantes han quedado en medio del fuego cruzado entre las Autodefensas Gaitanistas de Colombia, AGC, y el Ejército de Liberación Nacional, ELN, quienes se enfrentan en esa zona por el dominio del territorio para actividades conexas con el narcotráfico.

Este jueves 28 de febrero de 2019, a eso de las 9:00 a.m., se inició un fuerte enfrentamiento entre las AGC y el ELN que se suspendió temporalmente para luego reiniciarse desde la una de la tarde. Estos choques armados se registran en las inmediaciones de las comunidades Playita, Villa Hermosa, Egorokerá, (Unión Baquiaza, perteneciente a la Asociación Asorewa).

Según el resguardo, en esos hechos fue retenido y maniatado el indígena Fabián Dumazá, habitante de la comunidad la playita, quien aprovechó un descuido de sus captores y logró escapar.´

Además de zozobra, las disputas entre grupos armados ilegales están originando un desplazamiento de los habitantes de este resguardo.

El censo de afectados, según Fedeorewa, es el siguiente: Villa Hermosa: 18 familias, 116 habitantes; Egorokerá: 21 Familias, 136 habitantes; y Playita: 42 Familias, 207 habitantes. Estas mismas comunidades sufrieron el rigor del desplazamiento en el año 2003 cuando en el lugar se enfrentaron las AUC y las Farc. Ante la similitud e inminencia de la afectación debido a las condiciones de vulnerabilidad de los derechos humanos de estas comunidades, sus habitantes hacen un llamado urgente para que hagan presencia en la zona los diferentes organismos de DD. HH., la Defensoría del Pueblo, la Acnur, la Cruz Roja Internacional y la ONU y realicen “acciones contundentes”, que garanticen “la tranquilidad de las comunidades”.

La organización indígena Fedeorewa manifestó su rechazo ante la situación y se mostró preocupada por los hechos que se registran en aquellas comunidades. “Desde nuestra cosmogonía originaria somos pueblos de paz, lamentablemente sufrimos los rigores de una guerra que no es nuestra, los grupos armados al margen de la ley continúan vulnerando los derechos que ancestralmente tenemos en nuestro territorio”, señalaron en el escrito.

Finalmente, la organización exige “el derecho a la vida, respeto al territorio, respeto a la autonomía y gobernabilidad de nuestros pueblos; que los grupos armados no conviertan los territorios indígenas en campos de guerra; a los grupos armados en confrontación respetar la vida e integridad física de nuestras comunidades; y la rápida asistencia por parte de los organismos humanitarios a las comunidades antes mencionadas”.