Roma, 23 julio de 2025.– La intensa ola de calor que vive Italia, con temperaturas que han superado ampliamente los 42-45 °C en varias zonas del centro y el sur del país y provocado numerosos ingresos en estructuras sanitarias, ha obligado a la movilización de la Sanidad pública, mientras se espera un cambio de tiempo para la próxima semana.
Las previsiones avisan de tormentas y un descenso térmico, aunque el centro y, sobre todo el sur, siguen bajo la amenaza del calor extremo, que “debería terminar el sábado por la noche en buena parte del país, incluido el sur, con un descenso térmico de hasta 10 °C”, indica este miércoles el portal especializado Meteo.it
Las ciudades de Palermo (Sicilia) y Campobasso (Molise) siguen hoy en alerta roja y permanecerán así hasta el viernes, cuando se les sumará Pescara (Abruzos), mientras que ese día el aviso naranja afectará a Bari, Catania, Frosinone, Messina, Perugia, Reggio Calabria, Rieti y Roma.
Roma, «pesada pero disfrutable»
En la capital italiana, con temperaturas de hasta 36 grados, los miles de turistas que recorren sus calles y monumentos bajo un sol abrasador intentan superar los estragos del calor con la ayuda de las numerosas fuentes que salpican la ciudad.
«Es pesado, pero disfrutable. Roma está muy disfrutable», asegura a EFE Gustavo, argentino de Buenos Aires, que usa «protector solar para nosotros y los chicos» como protección, además de «tomar mucha agua, hidratarnos, mojarnos la cabeza», dice, y con «un espray que nos posibilita por lo menos irnos refrescando en el camino».
También Consol, del pueblo catalán de Ascó, en Tarragona, recurre al agua, aunque asegura que en su zona «también hace mucho calor, así que estamos acostumbrados» mientras pasea por el Vaticano junto a sus dos hijos.
«Bebemos en las fuentes que hay por la ciudad, y llevamos protección solar y gafas de sol, pero sobre todo beber mucha aguda», dice cuando se le pregunta por la manera de sobrellevar las altas temperaturas.
Una respuesta sanitaria sin precedentes
Las condiciones meteorológicas están afectando directamente a los sistemas sanitarios, debido a los numerosos ingresos por golpes de calor o deshidratación, que amenazan con colapsar la ya delicada Sanidad pública italiana, que ha decidido poner en marcha una respuesta coordinada y estructural sin precedentes.
En todo el país, las empresas sanitarias locales (ASL) están aplicando planes de emergencia que combinan prevención, asistencia de cercanía y apoyo domiciliario con el objetivo de proteger especialmente a las personas mayores, vulnerables y a los trabajadores expuestos.
Se han habilitado consultorios médicos especializados para tratar los efectos del calor, se han reservado camas hospitalarias y en urgencias para pacientes con golpes de calor, y se han activado líneas telefónicas de ayuda y centros para atender a los ciudadanos más expuestos.
Uno de los modelos más destacados es el proyecto “Meglio a casa” (Mejor en casa), implementado en Liguria, que prevé el acompañamiento en el hogar de personas vulnerables durante 30 días por parte de un asistente familiar tras el alta hospitalaria.
“Ya no se trata de respuestas puntuales o improvisadas», según Giovanni Migliore, presidente de la Federación Italiana de Empresas Sanitarias y Hospitalarias (Fiaso), «sino de un modelo estructurado que forma parte del Sistema Nacional de Salud» como respuesta al reconocimiento de que las olas de calor ya no son episodios excepcionales, sino una realidad permanente del cambio climático.
EFE