Washington, 22 de mayo de 2025.- La Cámara de Representantes del Congreso de EE.UU. aprobó este jueves por estrecho margen el megaproyecto de recortes fiscales y gastos impulsados por el presidente, Donald Trump, que ahora pasará a discusión en el Senado.
El plan, bautizado por Trump como «el gran y hermoso proyecto de ley», pasó con una mayoría de 215-214 tras una larga sesión nocturna y luego de que congresistas republicanos conservadores, contrarios a la legislación por considerar que aumenta el déficit, sostuvieran varias reuniones con la Casa Blanca para llegar a un acuerdo.
El voto final se realizó a primera hora de la mañana, al cierre de una maratoniana negociación de más de 24 horas, que comenzó poco antes del mediodía del miércoles, con los republicanos centrados en cerrar diferencias.
Ahora pasará al Senado, de mayoría republicana, donde será debatido con la intención de que llegue al Despacho Oval de Trump antes del simbólico 4 de julio, Día de la Independencia estadounidense.
Poco después de la votación, Trump celebró el avance de su plan y pidió al Senado que se «ponga manos a la obra y envíen este proyecto de ley a mi escritorio LO ANTES POSIBLE! No hay tiempo que perder».
El presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Mike Johnson, expresó su esperanza de que la legislación no sufra cambios significativos en el Senado. Johnson ya había pedido el pasado lunes a los senadores republicanos que tengan en cuenta el complicado equilibrio logrado en las negociaciones.
“Animé a nuestros colegas del Senado a considerar esto como un esfuerzo de equipo, como lo hemos hecho nosotros, y a modificarlo lo menos posible”, dijo Johnson a periodistas.
El megaproyecto de ley busca extender las exenciones fiscales de Trump en su primer mandato (2017-2021) y añade nuevas rebajas, como las exenciones a las propinas y a los pagos para comprar automóviles fabricados en Estados Unidos.
Incluye un incremento en los fondos para el manejo fronterizo y la aplicación de la dura política migratoria del presidente republicano, así como restricciones a los programas de ayuda de comida y de asistencia sanitaria Medicaid y Medicare, entre los temas más polémicos en las negociaciones.
También estipula un aumento en el límite de exenciones a impuestos locales y estatales, otro de los puntos de discordia entre legisladores.
Según la más reciente proyección de la Oficina de Presupuesto del Congreso (CBO en inglés), el proyecto de ley sumará 2,4 billones de dólares en 10 años a la deuda nacional, que actualmente se estima en más de 36 billones de dólares.
Para compensar este gasto, la legislación busca recortar la financiación a programas de seguridad social en más de 1 billón de dólares en 10 años.
Analistas advierten que la nueva legislación podría imponer recortes de unos 500.000 millones de dólares al Medicare para mantener el déficit dentro de los márgenes legales fijados por el Congreso.
De acuerdo con las limitaciones propuestas, unos 8,7 millones de personas en el país podrían quedar sin cobertura médica del Medicaid, según la CBO, una oficina sin afiliación política que lleva la contaduría del Capitolio.
Trump y el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Mike Johnson, han insistido en que estos recortes están dirigidos a terminar la cobertura a «inmigrantes ilegales que se aprovechan» de estas ayudas.
Estas provisiones han provocado intensas críticas de los demócratas, quienes votaron en contra del proyecto. “Llamémoslo por su nombre: robo”, dijo sobre la legislación el representante Jim McGovern, el demócrata de mayor rango en el Comité de Reglas de la Cámara.
“Robarles a quienes menos tienen para dárselos a quienes más tienen. No es solo una mala política; es una traición al pueblo estadounidense”, advirtió McGovern.
Las restricciones al Medicaid han sido uno de los puntos de desacuerdo más agudos entre el ala centrista y conservadora del Partido Republicano. Los conservadores piden recortes más agresivos e inmediatos, mientras que los moderados se manifiestan preocupados por la afectaciones que traerían a sus distritos.
Estos desencuentros amenazaron con demorar la aprobación del megaproyecto de ley en la Cámara y provocaron advertencias por parte del mandatario republicano, quien visitó el Congreso para reunirse con los miembros de su partido contrarios a la propuesta.
En la tarde de este miércoles, Trump convocó a la Casa Blanca a los legisladores todavía reacios a aceptar la legislación y horas después, los indecisos cambiaron su postura.
El plan también incluye un polémico impuesto del 5 % a las remesas enviadas fuera del país, que han provocado nuevas críticas de la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, que lo considera «una injusticia» y una acción «discriminatoria» que afectaría a los migrantes mexicanos en EE.UU.
También busca recortar programas de energía limpia impulsados por el expresidente Joe Biden (2021-2025) y subidas de impuestos a universidades.
EFE