Las Palmas de Gran Canaria (España), 21 octubre.- Los 507 inmigrantes rescatados este jueves por Salvamento Marítimo al sur de la isla española de Gran Canaria, en el océano Atlántico, elevan a 2.498 las personas que han llegado en embarcaciones precarias a las islas a lo largo de los últimos siete días, tantos como todos los contabilizados durante todo 2019 (2.698).
El flujo de pateras hacia las islas Canarias ha superado los 300 inmigrantes diarios en seis de las siete últimas jornadas (con la excepción del sábado, cuando se contaron 226), unas cifras que hace más de una década que no se vivían en Canarias y que recuerdan cada vez con más fuerza a la conocida como «crisis de los cayucos» de 2006-2008.
La consecuencia más inmediata es que hace tiempo que quedó rebasada toda la capacidad de acogida prevista por las instituciones, a pesar de que la decisión del Ministerio español de Migraciones de contratar complejos turísticos vacíos como albergues de emergencia permitió llegar a las 3.000 plazas humanitarias.
La punta del iceberg de todo ello es el puerto de Arguineguín, donde operan los tres buques destacados por Salvamento Marítimo en Gran Canaria (las Guardamares Polimnia y Talía y la Salvamar Menkalinan) y donde se encuentra el campamento de primera acogida.
Lo que inicialmente se concibió como una instalación de Cruz Roja que se montaba y desmontaba con cada patera hasta hace solo unos meses, se ha convertido en un campo de tiendas de campaña que hace tiempo que se ha visto desbordado por los acontecimientos.
El Ministerio optó por pagar alojamientos turísticos como recurso de urgencia hace solo un mes al considerar insostenible que en el puerto de Arguineguín se hacinaran durante días unas 400 personas. Hoy había en el muelle 1.352, según Cruz Roja.
Este jueves, de nuevo, las tripulaciones de Salvamento Marítimo no han parado en todo el día.
Mientras todos estos movimientos se producían, el presidente regional de Canarias, Ángel Víctor Torres, recibía en Las Palmas de Gran Canaria al cónsul de Marruecos, Ahmed Moussa, para analizar la situación, ya que desde hace meses la gran mayoría de los llegados son ciudadanos marroquíes.
Con Moussa, Torres también conversó sobre el viaje que pretende realizar a Rabat con representantes del Gobierno español para buscar soluciones diplomáticas a esta crisis, porque está convencido de que si se pudo taponar la ruta del Estrecho de Gibraltar y el Mar de Alborán (la ruta mediterránea de la inmigración hacia el sur de España), también se pueden hacer esfuerzos en el mismo sentido en la Ruta Atlántica a Canarias.