La selva le dio al capitán Carrillo la fortaleza para ser ultramaratonista
Correr una ultramaratón es una hazaña que pocos se atreven a enfrentar, pero para el capitán Elmer Carrillo, orgánico del Batallón de Fuerzas Especiales Urbanas N.° 5, este reto va más allá de la resistencia física.
Ejército Nacional
COLOMBIA (8 OCT 2024) — El capitán Elmer Carrillo, miembro del Batallón de Fuerzas Especiales Urbanas N.° 5, ha encontrado en las ultramaratones una extensión de la disciplina que ha adquirido en su vida militar. En junio de este año, logró una hazaña impresionante: completó una ultramaratón de 180 kilómetros, corriendo sin descanso durante 42 horas. De los 80 competidores que se enfrentaron a este desafío extremo, solo 50 lograron cruzar la meta, y Carrillo fue uno de ellos.
Su éxito va más allá de la resistencia física. El capitán Carrillo, quien el próximo año se enfrentará a un reto aún mayor de 240 kilómetros en Brasil, combina su entrenamiento militar con la rigurosidad de un corredor de largas distancias. Comenzando su día a las 3 de la mañana, Carrillo entrena durante varias horas antes de cumplir con sus deberes militares. Al vivir en el corazón de Bogotá, aprovecha su cercanía al Cerro de Monserrate, donde realiza su segundo entrenamiento diario durante el almuerzo, subiendo y bajando por el terreno empinado para fortalecer tanto su cuerpo como su mente.
La experiencia del capitán en la selva ha sido fundamental para su crecimiento como ultramaratonista. Carrillo asegura que los desafíos extremos que ha enfrentado en entornos hostiles le han dado una fortaleza mental invaluable. «En la selva aprendí que la mente siempre puede más que el cuerpo», afirma, destacando que su éxito no solo se basa en el entrenamiento físico, sino también en su capacidad para superar adversidades psicológicas.
Su convicción espiritual también juega un papel importante en su vida y en su carrera como corredor. Carrillo, quien ve en la disciplina y la perseverancia el fortalecimiento de su don, demuestra que su vida como militar y ultramaratonista no son caminos separados, sino una mezcla equilibrada que lo lleva a superar sus propios límites e inspirar a quienes lo rodean.
Para el capitán Carrillo, la ultramaratón no es solo una carrera, es una prueba de vida, donde el espíritu, la fortaleza mental y el entrenamiento se fusionan en un solo propósito: seguir adelante, siempre un paso más allá.
A.U.
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