Las autoridades colombianas capturaron este viernes a un hombre acusado del asesinato de la exguerrillera de las FARC Astrid Conde Gutiérrez, perpetrado en una barriada del sur de Bogotá en la noche del jueves, informó la Fiscalía.
«Por solicitud de un fiscal de la Unidad Especial de Investigación, un juez de control de garantías de Bogotá impuso medida de aseguramiento en centro carcelario contra Jhonatan Sneider Castelblanco Velasco, presunto responsable del homicidio de Astrid Conde Gutiérrez», señaló la Fiscalía en un comunicado.
Según esa institución, el crimen fue perpetrado en un parque de la barriada de Kennedy en un ataque en el que también fue herido un guardia de seguridad «que reaccionó para evitar la huida del agresor, quien intentó esconderse en un canal de aguas lluvias y fue capturado por personal de la Policía Nacional».
«En las audiencias concentradas, el detenido fue imputado por los delitos de homicidio agravado en concurso heterogéneo con tentativa de homicidio, y porte, tráfico o fabricación de armas de fuego. Los cargos no fueron aceptados por el procesado», agregó la información.
La Fiscalía detalló que Castelblanco Velasco recibió al parecer un «pago anticipado» para ubicar y asesinar a la exguerrillera de las FARC.
«Este hombre tiene tres procesos judiciales vigentes por hurto, porte ilegal de armas y cohecho por dar u ofrecer. En dos de ellos fue condenado y había sido beneficiado con libertad condicional», resaltó la Fiscalía.
El partido FARC, en el que se transformó la guerrilla luego de dejar las armas, denunció «el exterminio en nuestra contra, ante los ojos de un Gobierno indolente, con una campaña de obstáculos y estigmatización»
La Corporación Solidaridad Jurídica, una ONG que defiende los derechos humanos, aseguró en un comunicado que Conde «se encontraba en proceso de reincorporación, estudiando y desarrollando su proyecto de vida en la ciudad de Bogotá».
El pasado 17 de febrero fue asesinado, también en Bogotá, el desmovilizado Jhon Mariano Ávila Matiz, quien estaba en una cárcel del departamento de Boyacá (centro) y tras su salida se trasladó a la capital colombiana «a fin de realizar su proceso de reincorporación».
El constante asesinato de exguerrilleros de las FARC que se acogieron al acuerdo de paz llevó a que el pasado 25 de febrero centenares de personas se manifestaran con un cacerolazo en el centro de Bogotá para exigir al Gobierno colombiano que detenga lo que consideran un «genocidio».
Según cifras del partido FARC, desde el 1 de diciembre de 2016, cuando entró en vigor el acuerdo de paz firmado una semana antes, 187 excombatientes han sido asesinados, lo que supone una media de casi cinco al mes.
EFE.