Redacción Analisisurbano.com
El 4 de noviembre de 2012, ante las cámaras de los noticieros nacionales y regionales, el brigadier general Yesid Vásquez, entonces comandante de la Policía Metropolitana del Valle de Aburrá (Meval), informó al país sobre los resultados del operativo improvisado que logró capturar al “Gomelo”, líder en su momento de la banda Villatina y miembro de los autodenominados “Urabeños”. El parte policial también mencionó la captura de otras personas que hacían parte del “anillo de seguridad” del delincuente y más de una decena de periodistas de todo el país, demostrando una clara función de portavoces de la fuente oficial, registraron el resultado como un positivo en el que sólo varió la cifra: mencionaron entre 8, 12 y 27 capturados a quienes señalaron como ilegales y “hombres de confianza” del jefe criminal.
Los capturados realmente fueron cinco hombres y todos eran inocentes, cuyo crimen consistió en tres cosas: ser jóvenes, ser pobres y vivir en la Comuna 8 de Medellín. Analisisurbano.com desde aquel día encontró demasiadas irregularidades en el operativo y procedió a investigar a fondo el asunto, luego de múltiples entrevistas y de revisión documental, como resultado se obtuvo que el resultado ofrecido a la opinión pública por parte de la Policía era una falso positivo más de la Meval.
La historia de lo que realmente ocurrió ese día se narró en un texto publicado el 19 de mayo de 2014 que se tituló Resultados del operativo que capturó a “Gomelo” en Comuna 8, ¿falsos positivos?, y la publicación, como ocurre casi siempre con todo lo investigado por Analisisurbano.com, causó malestar al interior de la institución policial y fue desmentida por las fuentes oficiales.
No obstante, este medio continuó el seguimiento del caso, asistió a casi todas las audiencias del juicio de los capturados, y exactamente un año después de la polémica publicación, ayer 19 de mayo de 2015, concluyó el proceso y en la lectura del sentido del fallo, la juez confirmó lo investigado por Analisisurbano.com: declaró inocentes a los cinco capturados y afirmó, además, que “las capturas e imputaciones que se les hicieron a estos jóvenes, quienes fueron privados de su libertad desde el 4 de noviembre de 2012, no es otra cosa diferente a lo que suele llamarse un falso positivo”.
Dos años, seis meses y 15 días fue el tiempo que Andrés Felipe Higuita Taborda, José Edilsón Ossa Martínez, Feider Antonio David Grajales, Weimar de Jesús Zapata Cardona y Deimer Asprilla Sánchez, injustamente tuvieron que pasar en la cárcel por culpa del actuar corrupto de algunos miembros de la Policía Nacional, y especialmente del Grupo de Operaciones Especiales (Goes), quienes capturaron a los jóvenes para “legalizar” un armamento “incautado” en su afán de mostrar resultados positivos.
Este caso es un precedente que puede estar demostrando el proceder de algunos integrantes de la fuerza pública durante los operativos que arrojan resultados positivos ante la opinión pública, y la connivencia que en ello tienen los medios de comunicación a raíz de su falta de investigación. Este precedente ahora debería obligar al sometimiento de estos resultados bajo una rigurosa verificación puesto que –como se demostró- en aras de lograr un positivo, inocentes pueden perder su libertad y su buen nombre.
La falsa captura, a cargo del Goes, en la que a los jóvenes les implantaron un armamento supuestamente “incautado”, no fue suficiente para los policías y para reforzar el falso positivo, cinco efectivos policiales fueron los comisionados para mentirle a la judicatura.
Los testimonios de los policías Diego Andrés Cano Jaramillo, Francisco Javier López Cardona, Joan Alexander Moncayo García, John Alejandro Brans y Miguel Ángel Ordoñez Zabala -quienes durante el juicio afirmaron que el día del enfrentamiento permanecieron junto a los capturados por un espacio de dos a cuatros horas dentro de la casa donde se encontraba el Gomelo y se incautó el arsenal, sitió en el que aseguraron habrían capturado a los jóvenes-, fueron calificados como “mendaces” por parte de la juez.
Siendo así, la juez debe impulsar copias para que se inicien investigaciones que den lugar tanto a sanciones disciplinarias como penales contra estos cinco policías y el resto de uniformados que estuvieron involucrados en la comisión de este falso positivo, entre ellos Wilfer Giovanni Rendón Ramírez, integrante del Grupo de Operaciones Especiales (Goes), y el sargento mayor Dagoberto Bermúdez Villa, alias El Diablo, quien para entonces era el comandante del Goes.
En la lectura del sentido del fallo, la juez da “plena credibilidad a las manifestaciones que en juicio dieron los procesados” y a los testigos que obraron a favor de la defensa de los jóvenes, y todos ellos declararon básicamente lo mismo: la captura fue realizada por el Goes; el grupo especial destrozó sus hogares y agredió a mujeres, ancianos y niños; golpearon a los jóvenes capturados injustamente; y que al frente y a cargo del operativo estuvo Dagoberto Bermúdez Villa; e incluso, en las pruebas aportadas -audios de conversaciones que se dieron por los canales de radio de la policía- se escucha: “Hay que judicializar, hay con qué, encontraron unos fusiles en una residencia, hay que judicializar mi coronel”; “los compañeros encontraron en una residencia unos fusiles, tenemos con qué compañeros”; “Bermúdez todo lo que tenga tibio y esas cosas, hermano, en este momento tenemos que judicializar lo que más podamos de este montón de bandidos de donde se estaban llevando a cabo los disparos para encontrar culpables de lo que se encontró”.
A pesar de lo testificado y de los audios, ni Dagoberto Bermúdez Villa, ni Wilfer Giovanni Rendón Ramírez, ni ninguno de los otros cinco integrantes del Goes que agredieron y capturaron a los jóvenes, fueron llamados a declarar en el juicio. No obstante, la juez también debería impulsar copias para investigar a estos uniformados, especialmente a Bermudez a quien ya se le ha investigado por tortura pero en todas las ocasiones sale declarado inocente, o bien podría decirse: impune.
Desde Analisisurbano.com se espera que el resto de medios de comunicación generen el mismo despliegue comunicativo, que entonces utilizaron para señalar a los jóvenes como ilegales y hombres de confianza del criminal, esta vez para anunciar la inocencia declarada de los chicos; también se espera que el alcalde Aníbal Gaviria, quien ese día emitió el siguiente tweet: “En fuerte reacción de la policía frente a ataque en la Comuna 8 capturados varios ilegales entre ellos alias ‘el gomelo’”, rectifique. Por otro lado, este medio seguirá atento al caso pues como bien declaró uno de los abogados defensores en pleno juicio y ante la judicatura, “si estos muchachos son declarados inocentes, yo en su lugar tendría miedo por las represalias que se les vienen. Aquí van a rodar cabezas”.