El diario El Tiempo reportó que, en calidad de turista y procedente de Heidelberg (Alemania), el otrora poderoso capo del narcotráfico Carlos Enrique Lehder Rivas ingresó al país la tarde de este viernes por el aeropuerto El Dorado de Bogotá, a bordo del vuelo 741 de la aerolínea KLM.
Lehder, de 75 años, fue arrestado tras su llegada al país por Migración Colombia, que lo dejó a disposición de la Policía Nacional. Según comunicó la entidad a través de su cuenta oficial en X, el exnarcotraficante y fundador del extinto Cartel de Medellín presentaba una orden de captura vigente registrada en los sistemas migratorios.
Hasta el momento, las autoridades no han especificado el delito por el cual se emitió dicha orden de captura. Cabe recordar que Lehder residía en Fráncfort, Alemania, desde su salida de prisión en Estados Unidos, tras haber sido extraditado en 1987 y beneficiarse posteriormente por colaborar con la justicia de ese país.
“Migración Colombia dejó a disposición de la Policía colombiana a Carlos Enrique Lehder Rivas, excabecilla del cartel de Medellín. Lehder Rivas, quien llegó al país proveniente de Frankfurt, presentaba en nuestros sistemas de información una orden de captura vigente”, informó la entidad.
El general Carlos Fernando Triana, director de la Policía, señaló que Lehder fue trasladado a una unidad policial de Bogotá para verificar su situación judicial. El procedimiento se desarrolla en medio de declaraciones de su defensa, encabezada por la abogada Sondra McCollins, quien indicó que antes de viajar, Lehder contaba con una certificación oficial de la Fiscalía General de la Nación que confirmaba la inexistencia de procesos penales vigentes en Colombia.
El diario El Tiempoinformó que la abogada de Carlos Lehder, Sondra McCollins, aseguró que, en caso de que su cliente esté retenido, debería estar presentando la certificación oficial que demuestra que Carlos Enrique Lehder Rivas no figura vinculado a ningún proceso penal en Colombia. Además, la jurista señaló que la familia del exnarcotraficante no tenía conocimiento previo de su decisión de regresar al país.
La vida criminal y el regreso inesperado
Carlos Lehder fue capturado en Colombia en 1987 y extraditado poco después a Estados Unidos, donde fue condenado a 135 años de prisión por narcotráfico. Gracias a su colaboración con las autoridades estadounidenses, la pena fue reducida. En 2020 fue liberado y deportado a Alemania, nación de la cual también es ciudadano por su ascendencia paterna.
Durante los años 70 y 80, Lehder se consolidó como una figura clave en el tráfico de cocaína hacia Estados Unidos, operando desde la isla Norman’s Cay en las Bahamas, y siendo uno de los principales socios de Pablo Escobar. Su poder le permitió adquirir múltiples propiedades, infiltrar a la fuerza pública y financiar actividades ilegales a gran escala. Incluso, llegó a ofrecer al expresidente Alfonso López Michelsen pagar la deuda externa del país a cambio de un corredor libre para el narcotráfico.
Tras su liberación, se refugió en Berlín, donde fue acogido por una organización sin ánimo de lucro que brinda apoyo a exconvictos. También publicó un libro titulado Vida y muerte del cartel de Medellín, en el que reveló detalles internos del funcionamiento del cartel, incluyendo su relación con la toma del Palacio de Justicia.
Hasta ahora se desconoce el motivo exacto por el cual Lehder decidió regresar a Colombia, aunque versiones preliminares apuntan a que su destino final sería la ciudad de Medellín.
Las excentricidades
La agencia EFE recuerda que el poder económico acumulado por Carlos Lehder durante su época como narcotraficante le permitió infiltrar a la Policía y adquirir grandes haciendas en Colombia, principalmente en la zona centro del país y en los Llanos Orientales.
En una de esas propiedades, conocida como ‘La Posada Alemana’, Lehder —gran admirador de The Beatles— mandó instalar una estatua de John Lennon representado desnudo, con una guitarra en las manos y un casco alemán de la Segunda Guerra Mundial, reflejo de sus excentricidades y culto personal.
Además de sus bienes en Colombia, el exnarcotraficante también adquirió propiedades en Estados Unidos, Bahamas y Brasil, consolidando un emporio que funcionaba como soporte logístico de su estructura criminal.
En 1978, en pleno auge de su poder, llegó a ofrecer al entonces presidente de Colombia, Alfonso López Michelsen, el pago total de la deuda externa del país a cambio de que se le permitiera operar libremente rutas de tráfico de drogas.
No obstante, su imperio comenzó a desmoronarse en 1987, cuando fue capturado en Colombia y posteriormente extraditado a Estados Unidos, donde cumplió parte de su condena en una celda ubicada cinco pisos bajo tierra.