Roma, 20 abr – Desde que empezó este año y hasta el 16 de abril, llegaron a Italia 1.196 menores extranjeros no acompañados, una cifra que supone el 14 % del total de 8.520 migrantes que alcanzaron las costas italianas, informaron hoy el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) y la ONG Save the Children.
«Los jóvenes están expuestos a riesgos específicos, pues las autoridades no siempre los identifican como y menores y tienen dificultades en el acceso a informaciones y servicios», según ambas organizaciones, que ayudan a niños, adolescentes y familias migrantes en la ciudad de Ventimiglia (norte) y la isla de Lampedusa (sur), las dos fronteras de la ruta mediterránea en Italia.
Los menores a menudo deben unirse a familias o a acompañantes adultos, y muchos de ellos no declaran su edad «porque los obligan o son víctimas de trata», indicaron Unicef y Save the Childrenn un comunicado.
Entre diciembre y marzo, su programa conjunto asistió en Ventimiglia a 169 menores no acompañados, 6 de ellos niñas, y a 72 núcleos familiares, con 116 niños a cargo.
En Lampedusa, recibieron ayuda 404 menores extranjeros no acompañados, de los cuales al menos 33 eran niñas, y 59 familias con 130 niños, en las que había 181 mujeres y 52 niñas.
«Las niñas y niños refugiados y migrantes experimentan una triple transición solos: del país de origen al de llegada, la superación del trauma y el cambio a la edad adulta. Esto aumenta su exposición a sufrir violencia y explotación, especialmente para las niñas», dijo en la nota la coordinadora de la respuesta en Italia de Unicef para Europa y Asia Central, Anna Riatti.
La directora del programa Italia-Unión Europea (UE) de Save the Children, Raffaela Milano, pidió por su parte que se implemente «plenamente» la ley 47/2017 que reconoce a los menores extranjeros no acompañados «los mismos derechos, en materia de protección de la infancia, que a los niños nacionales o de la UE».
 y la ONG Save the Children.){kind=link}