Santiago de Chile, 20 agosto de 2021.- A falta de dos días para el cierre del plazo de inscripciones, el abanico de candidatos para las elecciones presidenciales de noviembre en Chile está a punto de definirse, con la atención puesta este sábado en conocer cuál será el aspirante de la centroizquierda.
La Unidad Constituyente (UC), un pacto de partidos tradicionales de centroizquierda, es el único gran bloque que todavía no tiene una propuesta para relevar al conservador Sebastián Piñera al haber quedado fuera por falta de acuerdos de las primarias oficiales organizadas en julio por las autoridades electorales chilenas.
La carta de UC se decidirá este sábado en una consulta informal en la que militantes y ciudadanos independientes elegirán entre la democratacristiana Yasna Provoste, una de las figuras mejor valoradas y expresidenta del Senado; la socialista Paula Narváez, cuya candidatura ha sido impulsada por la exmandataria Michelle Bachelet, y Carlos Maldonado, del Partido Radical.
Bajo diferentes nombres, la centroizquierda se ha repartido el poder con la derecha durante más de 30 años tras la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), pero tras su derrota en las presidenciales de 2017, su influencia se ha ido desinflando.
PRIMARIAS CON TENSIÓN
Las primarias, sin embargo, se han visto sacudidas en las últimas horas tras el fallo emitido por el Tribunal Constitucional que habilita al presidente del Partido Progresista (PRO), Marco Enríquez-Ominami, a inscribir su candidatura presidencial antes del cierre del plazo, el lunes a medianoche.
«Querían silenciarme y suspender la lucha que lidero fuera del sistema político establecido. Hoy es un buen día para Chile y un buen día para la justicia», indicó Enríquez-Ominami, que ya concurrió tres veces en el pasado a los comicios y fue implicado en 2016 en un caso de financiación irregular que él calificó de «persecución política».
La posible nueva aventura presidencial del progresista MEO, como se le conoce popularmente, podría complicar a Narváez, quien dijo el jueves que «la fragmentación de la izquierda nunca ha contribuido a ganar elecciones».
El PRO, agregó la socialista, «tendrá que tomar sus decisiones con responsabilidad y pensando en el interés superior del país».
Hay otro factor que inquieta en las filas de UC: la eventual baja participación en las primarias del sábado por el cansancio electoral de la ciudadanía, que ya ha acudido a las urnas tres veces en lo que va de año.
LOS OTROS CANDIDATOS
En la carrera por llegar a La Moneda (sede de Gobierno), cuya segunda vuelta será el 19 de diciembre, también están los candidatos que vencieron en las primarias oficiales: el líder estudiantil del Frente Amplio (FA) Gabriel Boric (de izquierdas) y el independiente Sebastián Sichel, el único candidato de derechas.
Boric y Sichel, los únicos aspirantes nacidos después de golpe de Estado de Augusto Pinochet (1973), se impusieron contra todo pronóstico a pesos pesados de la política chilena y su victoria fue interpretada por los expertos como un cambio generacional.
La «Lista del Pueblo», un grupo heterogéneo de ciudadanos desconocidos con ideología progresista que participaron en las grandes protestas de 2019 contra la desigualdad, eligió como candidato este viernes al activista indígena Diego Ancalao, quien aún debe reunir algunas firmas antes del lunes.
En el espectro opuesto concurrirá el ultraderechista José Antonio Kast, por el Partido Republicano, quien oficializará su polémica candidatura el domingo.
El 21 de noviembre, los chilenos también escogerán a diputados y senadores y los partidos apuran las negociaciones para establecer pactos parlamentarios, pues el lunes a medianoche también se acaba el plazo de inscripción.