Santiago de Chile, 22 nov .- El oficialismo chileno y la oposición medirán sus fuerzas este domingo en la segunda vuelta de las elecciones regionales de Chile con la Región Metropolitana como principal disputa y en medio del escándalo por la presunta violación cometida por un exsubsecretario del gobierno del presidente del país, Gabriel Boric.
En total, son 11 las regiones que participan en la segunda vuelta, luego de que en la primera, celebrada los pasados 26 y 27 de octubre, ninguno de los candidatos alcanzara el 40 % de los votos, mínimo necesario para considerar a un vencedor sin necesidad de recurrir a un nuevo turno.
Los comicios se celebran en un ambiente de fuerte crispación política que ha aumentado por la cuestionada gestión que el núcleo duro del Gobierno hizo de la denuncia contra el exsubsecretario del Interior Manuel Monsalve, en prisión preventiva desde el martes e investigado por presunta violación y abuso sexual.
Tanto la ministra de Interior, Carolina Tohá, como Boric recibieron duras críticas, incluso desde su propio sector, por haber esperado dos días en cesar a Monsalve.
La oposición fue un paso más allá y presentó una querella contra el número dos de Interior y contra Tohá, a quien acusan de obstrucción a la justicia, infracción a la Ley de Inteligencia y omisión de denuncia.
Santiago, la gran batalla
En la Región Metropolitana, donde se ubica la capital, Santiago, la batalla se libra entre dos abogados con el mismo apellido y que proponen dos modelos de ciudad opuestos.
Por un lado, compite el independiente Claudio Orrego, actual gobernador y candidato tanto del centroizquierda como de los comunistas y la coalición de izquierda Frente Amplio de Boric. Por el otro, Francisco Orrego, candidato de las derechas extremas y de la tradicional.
“Claudio Orrego tiene experiencia en materia de gestión, ha sido gobernador, alcalde y ministro, a diferencia de Francisco Orrego que proviene del ámbito de las comunicaciones y se posiciona desde su participación en un programa muy mediático”, dijo a EFE el académico de la Universidad de Chile Octavio Avendaño.
Uno de los temas de campaña más recurrentes de Francisco Orrego ha sido la seguridad, la mayor preocupación de los ciudadanos, según las encuestas, y su insistente promesa de mejorarla en medio de una crisis de la cual el país no logra surgir.
Mientras el candidato oficialista, exmilitante democristiano, busca “conectar con el electorado desde su experiencia”, Francisco Orrego se presenta “como un outsider que apela a la renovación de la política”, dijo a EFE Nerea Palma, politóloga de la Universidad Diego Portales.
Las encuestas vaticinan un recuento muy ajustado que, según Avendaño, se traducirá en un plebiscito al actual Gobierno.
Regiones clave en el sur y Valparaíso
El oficialismo y los democristianos, que no forman parte del Ejecutivo pero son sus aliados en muchas votaciones, gobiernan en 15 de las 16 regiones del país, excepto en la sureña Araucanía, donde en 2021 ganaron los liberales.
“La derecha y la ultraderecha aumentarán su presencia en el sur, pero no lograrán el control completo”, declaró a EFE la académica de la Universidad de Concepción Jeanne Simon.
La coalición gubernamental resistió en las elecciones municipales del mes pasado. Aunque perdió dos de sus alcaldías más importantes (Santiago Centro y Ñuñoa), logró mantener los liderazgos en comunas de peso como Maipú, en la periferia de la capital; Viña del Mar y Valparaíso, donde ganó por primera vez una mujer y ahora se enfrentan dos de los candidatos más emblemáticos.
El actual gobernador, Rodrigo Mundaca, un independiente de izquierda que se dio a conocer como activista por el derecho al acceso al agua, busca la reelección y superar a la exdiputada María José Hoffmann, un reconocido rostro de la derecha más conservadora.
“Superposición de roles y funciones”
La figura del gobernador, implementada en 2021 tras un proceso de descentralización aprobado durante el segundo mandato de la presidenta Michelle Bachelet (2014-2018), ha tensado las relaciones entre las regiones y el centro.
Los expertos consultados coincidieron en “la superposición de funciones y roles” entre ambos cargos y destacan que existe “más competencia que colaboración” entre ellos.
A diferencia de los delegados presidenciales, los gobernadores “no tienen facultades” en materia de seguridad, tema clave de esta elección, aunque sí mantienen “un rol relevante” de coordinación con otras autoridades, añadió Palma.
“Es necesario –concluyó Avendaño– resolver las funciones o derechamente eliminar la figura de los delegados presidenciales y dejar a los gobernadores a cargo del manejo de recursos, el desarrollo regional y las competencias de seguridad”.
EFE