Miles de mujeres chilenas de edad avanzada interpretaron este miércoles la coreografía «Un violador en tu camino», que se ideó en Chile y se ha convertido en un himno feminista global para denunciar «los abusos que sufren históricamente las mujeres en un sistema patriarcal».
Citadas por el colectivo ‘Las Tesis Senior’ a las puertas del Estadio Nacional, ubicado en el municipio de Ñuñoa, barrio del este de Santiago, las manifestantes llegaron desde todas las comunas de la capital chilena vestidas con ropa negra, un pañuelo rojo y una venda en los ojos.
«Un violador en tu camino» dio la vuelta al mundo el pasado 25 de noviembre, con motivo del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia Contra la Mujer, cuando un abultado grupo de mujeres la representó frente al Palacio de La Moneda, sede del Ejecutivo chileno.
Desde entonces, la coreografía, compuesta por el colectivo interdisciplinario de mujeres Las Tesis, originario de la costera ciudad de Valparaíso, ha tenido réplicas en lugares tan remotos como Londres, París, Barcelona, Santo Domingo, Ciudad de México, Bogotá o Nueva York.
PASADO Y FUTURO
La impulsora de la convocatoria de este miércoles, Marcela Betancourt Sáez, contó a Efe que con un grupo de amigas decidieron organizar un encuentro liderado por mujeres mayores de 40 años, pero que no previeron una asistencia tan masiva.
«Yo creo que se debe a que muchas mujeres, especialmente las de generaciones anteriores, tenemos la necesidad de denunciar los abusos que hemos sufrido a lo largo de la historia en un mundo patriarcal y machista», afirmó.
La emoción a flor de piel se pudo palpar en las primeras filas, formadas por las feministas de edades más avanzadas, que gritaron al unísono «¡El violador eres tú!», una de las frases más emblemáticas de la performance.
Desde la distancia, Julia, de 68 años, reconoció que admiraba a las que dan la cara por el movimiento feminista: «Envidio su osadía al decir lo que piensan, cosa que yo no pude hacer durante mi juventud bajo la dictadura de Pinochet (1973-1990), en la que vivíamos segregadas y oprimidas».
«Yo pensaba que no iba a ver algo así, que mi lucha se había acabado con la dictadura. Pero ahora veo que no, que el país ha despertado y que las mujeres van a estar siempre delante», celebró, visiblemente emocionada.
UN MANTRA QUE RESUENA
La coreografía que ha hecho bailar a feministas de todo el mundo empieza con un sencillo paso de lado a lado que, en medio de un silencio sepulcral, marca el ritmo con los talones.
Acto seguido, la primera estrofa reza «El patriarcado es un juez que nos juzga por nacer y nuestro castigo es la violencia que no ves», un ‘mantra’ que resuena en los adentros de Magdalena Contreras, de 49 años.
«Sufrí la violación desde niña, igual que mi hermana, y hoy vengo por ella, por mi hija y mi madre, por todas las mujeres», confesó, tras lo que exigió que «las mujeres nunca más vuelvan a ser pisoteadas» porque están «más empoderadas que nunca».
A su lado, su mejor amiga, Marta Vázquez, de 72 años, reconoció que vino para «darle apoyo» y que «jamás» había visto algo similar a la crisis social que empezó hace siete semanas y que registró las manifestaciones más importante desde el retorno a la democracia en 1990.
DENUNCIAS POR DELITOS SEXUALES
«Y la culpa no era mía, ni dónde estaba, ni cómo vestía», reza el estribillo de la coreografía, que denuncia que las mujeres nunca son culpables de sufrir violencia machista y apunta a instituciones públicas con consignas como «el Estado opresor es un macho violador» o «el violador eres tú, son los pacos (policías), los jueces, el Estado, el presidente».
Para Valentina Julia, que asistió a la manifestación para acompañar a su madre a actuar en la primera fila, la letra del himno es «un mensaje potente para enviar al mundo desde Chile».
Con su bebé en brazos, aseguró que le iba a mostrar los vídeos de la performance cuando sea mayor porque «es importante educar a nuestros niños y niñas», también en materia sexual.
El estallido social en el país andino ya ha dejado al menos 23 muertos y miles de heridos, además de graves señalamientos contra el Ejército y el cuerpo policial de Carabineros por violaciones a los derechos humanos, muchas de ellas relacionadas con delitos sexuales.
La violencia sexual también está presente en las revueltas que sacuden Chile desde el 18 de octubre, que comenzaron en respuesta a la subida de la tarifa del metro y se convirtieron luego en un clamor contra el Gobierno y el desigual modelo económico del país.
El Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH), un ente público e independiente, ha interpuesto hasta la fecha cuatro querellas por violación contra las fuerzas de seguridad y 102 denuncias por desnudamientos, amenazas y tocamientos.
EFE.