Pekín, 28 noviembre de 2024.- Subsidios, tratamientos de fertilidad gratuitos y hasta llamadas telefónicas para animar a las jóvenes a concebir son algunas de las estrategias que China ha desplegado para tratar de contrarrestar el declive poblacional, un fenómeno que amenaza su crecimiento económico.
El país, que en 2023 cedió a la India el título de nación más poblada del mundo, según la ONU, permite desde 2021 tener un tercer hijo, pero la tasa de fertilidad sigue cayendo y, según analistas locales, se sitúa en torno a 1,0 hijos por mujer, colocando a China solo por encima de Corea del Sur en este indicador.
En octubre, el Ejecutivo instó a los gobiernos locales a construir una sociedad «favorable al matrimonio y la crianza de hijos» en un país en el que las nupcias y la tasa de fertilidad están estrechamente relacionados con los tabúes y obstáculos burocráticos que supone un hijo fuera del matrimonio.
Un país caro para criar
Algunas ciudades anunciaron incentivos económicos: en Yichang (centro) se ofrecen hasta 20.000 yuanes (2.760 dólares) por el segundo hijo y 50.000 yuanes (6.900 dólares) por el tercero, mientras que Hangzhou (este) otorga subsidios de hasta 1.000 yuanes (138 dólares) mensuales por hijo.
El coste de la crianza en China es uno de los mayores obstáculos: asciende hasta un promedio de 94.000 dólares hasta la graduación universitaria, situando al país entre los más caros para procrear en relación con la renta per cápita.
Tang, una joven pequinesa de 28 años que trabaja en una empresa tecnológica, explica a EFE que por el momento no se plantea tener hijos: “es muy caro porque necesitas darles lo mejor para que tengan un buen futuro. Trabajo mucho y quiero viajar y hacer otras cosas”, asegura mientras ata sus zapatillas deportivas y se prepara para ejercitarse.
Otras medidas locales han sido ampliar las licencias por matrimonio o maternidad, fomentar bodas sin dote o desarrollar aplicaciones móviles para emparejar a jóvenes, en tanto a nivel nacional la sanidad pública cubre desde 2023 los servicios de fertilidad asistida y la anestesia epidural.
«¿Está usted embarazada?»
Algunos gobiernos locales han ido más allá, contactando directamente a mujeres casadas: Jane Huang, madre de 35 años citada por el hongkonés South China Morning Post, recibió una llamada de las autoridades para preguntarle si estaba embarazada.
«La encuestadora debía de ser de otra generación, que no sabe que habla con una generación que valora la privacidad, la calidad de vida y las elecciones personales», indicó Huang.
Según fuentes gubernamentales citadas por el diario Caixin, estas llamadas provienen de servicios locales de control demográfico que registran a parejas fértiles para ofrecerles apoyo y chequeos médicos si desean tener hijos. Sin embargo, muchas mujeres ven estas encuestas «incómodas» e «invasivas».
Otra funcionaria de 32 años, que prefirió no revelar su identidad, comentó que no se ha sentido presionada por las autoridades pero tampoco le atraen los beneficios aprobados recientemente para fomentar la natalidad.
“Como mucho, quienes presionan son mis padres porque quieren ser abuelos”, dice riendo, aunque después acota, ya seria, que los hijos son “una enorme responsabilidad personal y social” que, por el momento, no está dispuesta a asumir.
Mascotas, los nuevos bebés
Lam, una mujer sin hijos de 37 años de Cantón, explicó a EFE que los jóvenes chinos ahora «priorizan su autoestima» y consideran que «no es necesario casarse ni tener hijos para lograrla».
Por su parte, la Liga de la Juventud Comunista señaló recientemente que algunos jóvenes tienden a «vivir para sí mismos» y son «idealistas» en su búsqueda de pareja.
La tendencia también se refleja en un informe de Goldman Sachs que reveló que el número de mascotas en China ya supera al de niños menores de cuatro años, fenómeno ya observado en otros países.
Más allá, datos de otro informe indican que en Pekín se venden en este momento más pañales para perros que para bebés.
Además, Lam advierte de que la sociedad china «sigue siendo patriarcal», lo que implica «mayores responsabilidades familiares y sociales» para las mujeres casadas, lo que puede disuadirlas.
En 2023, la población china se redujo un 0,14 % respecto a 2022, situándose en 1.409,7 millones, marcando el segundo descenso desde 1961, cuando la campaña industrial del Gran Salto Adelante provocó hambrunas.
Según expertos, los mayores de 60 representarán el 30 % de la población en 2035, lo que plantea «desafíos para la provisión de servicios públicos».
Álvaro Alfaro
EFE