Científicos colombianos estudian semillas de pastoreo para reducir emisiones de ganadería

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Una mujer le toma fotografías a semillas conservadas producto de una investigación de la Alianza de Bioversity International y el CIAT, en Palmira (Colombia). EFE/ Mario Baos

Cali (Colombia), 30 oct – Un grupo de científicos estudia, en la ciudad colombiana de Palmira, en el Centro Internacional de Agricultura Tropical (CIAT), más de 71.000 semillas de pastoreo que podrían frenar la emisión de gases efecto invernadero producidos por la ganadería a nivel mundial.

El proyecto ‘Forrajes Bajos en Metano’, liderado por la Alianza Bioversity-CIAT, permite a los rumiantes como vacas, chivos y ovejas tener una mejor digestión para reducir gases como eructos o flatulencias a partir de semillas, explica a EFE Alejandra Marín, investigadora posdoctoral del proyecto.

«Lo que buscamos con el proyecto es identificar aquellos forrajes que tienen características de acuerdo a compuestos específicos que ayuden a reducir emisiones de metano, también albergamos semillas en tres bancos de genética de los cuales no conocemos a gran profundidad, pero pueden ser de buena calidad», explicó Marín.

El proceso consta de varias fases, ya que sería una labor titánica germinar en potreros las 71.000 clases de semillas.

El primer paso consiste en elaborar en el laboratorio condiciones similares a los estómagos de los rumiantes y de ahí miden cuánto metano produce cada forraje.

«Una vez identificamos cuáles son promisorios para reducir emisiones, pasan a una segunda fase donde son analizados por genética y metabólica, al final se llevan a siembras en potrero para que sean consumidos por los animales», detalló la experta.

Para poder hacer una medición más precisa, la Alianza Bioversity-CIAT adquirió 16 cámaras respirométricas que permiten captar los gases expulsados por los animales.

Cultivadores durante la recolecta de semillas de frijol para ser investigadas por el Centro Internacional de Agricultura Tropical (CIAT), en Palmira (Colombia). EFE/ Mario Baos

«Se trata de ocho cámaras para animales pequeños y ocho para animales grandes. Después de consumir los forrajes se crea un ambiente donde puedan estar tranquilos y es en esas cámaras donde podemos medir con exactitud las emisiones exhaladas por ellos», dijo la investigadora.

Clave en la COP16

«Gracias a la COP hemos podido llevar la investigación de alimentación a discusiones y negociaciones con personas de todo el mundo», explicó a EFE el director general de la Alianza Biodiversity – CIAT, Juan Lucas Restrepo.

Actualmente, la institución tiene investigaciones con colecciones de yuca, fríjoles y forrajes, las cuales han dado resultados que son aplicados en cultivos de todo el mundo.

También cuenta con más de 38.000 semillas conservadas en más de 300 metros cuadrados de cuartos fríos con temperaturas de -22 a -50 grados centígrados.

«El conocimiento de nuestros científicos ha servido para asesorar a las distintas delegaciones que han llegado a Cali y quienes han entendido porqué es importante la investigación para transformar sistemas alimentarios», concluyó Restrepo.

Se espera que los resultados del proyecto de forrajes puedan servir para que se siembren hectáreas de pastos que mejoren la alimentación de los animales y, asimismo, se reduzcan las toneladas de emisiones de gases de metano en el planeta.

EFE