Cinco familias, una de ellas indígena, tuvieron que irse de Cáceres por culpa de la violencia

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La Organización Indígena de Antioquia, OIA, denunció en un comunicado que cinco núcleos familiares, uno de ellos indígena, tuvieron que abandonar el municipio de Cáceres, Bajo Cauca antioqueño, para salvaguardar la vida y la integridad física, luego de recibir amenazas por presuntos integrantes de grupos paramilitares que delinquen en esa subregión.

El Consejo de Gobierno Mayor de la OIA constató que las familias salieron desde Cáceres para autoalbergarse en otros municipios de Antioquia, abandonando sus casas, bienes materiales y animales.

“La OIA lamenta profundamente que tras la firma del Acuerdo Final de Paz, la situación en esta zona del departamento haya empeorado en materia de derechos humanos para las comunidades indígenas, negras y campesinas y que hoy nuevamente, a pocos días de haber regresado varias familias a sus comunidades, otras más, tengan que salir por la violencia”, dice el texto en uno de sus apartes.

Desde el pasado mes de enero, cuando la OIA denunció el asesinato de Diana Luz Solano, hija del Cacique Mayor Indígena de Zaragoza, las comunidades indígenas han alertado al Estado del peligro inminente al que están expuestas, en especial las comunidades del Bajo Cauca, “donde los intereses por el control territorial maximizan el riesgo de los comuneros y comuneras”. “Es por esto que la OIA reitera su llamado a los grupos armados, legales e ilegales, para que respeten la vida y el ejercicio político organizativo de las comunidades indígenas”, reclama la OIA en el comunicado.

La Organización también envió un mensaje de solidaridad y apoyo a las familias de los líderes sociales y defensores de derechos humanos asesinados en lo que va corrido del año en Antioquia, en especial el asesinato del líder social, Julio Cesar Sucerquia, perpetrado en las últimas horas, en la vereda Mote del municipio de Ituango, Norte de Antioquia, y condena con vehemencia que se siga atentando en contra de la población civil. En 2018, recuerda la OIA, han sido asesinados cinco líderes indígenas.

“Por esta razón desde el pasado 18 de mayo fue declarada la Minga Permanente de los Pueblos Indígenas de Antioquia, luego de que como comunidades decidiéramos realizar en el Bajo Cauca entre el 15 y 18 de mayo la Minga por la Vida, la Defensa del Territorio y el Respeto por la Autonomía, con el fin de decirle al mundo que el Bajo Cauca antioqueño vive una grave crisis económica, social y humanitaria y que la presencia del Estado, que ha sido mayoritariamente a través de las fuerzas militares, no ha contribuido a generar cambios positivos y sostenibles para las comunidades”, se puede leer en el texto.

La OIA reitera su libre y legítimo derecho a la autodeterminación, la defensa de vida y la libre expresión de los procesos organizativos y comunitarios enmarcados en la Ley de Origen de sus pueblos y la Constitución Política de Colombia, contemplados en el Derecho Internacional.

Finalmente el Consejo de Gobierno Mayor, exige en el comunicado al Gobierno Nacional garantías de protección e intervención social en las comunidades indígenas. “Somos pueblos de paz, somos pueblos de resistencia y queremos morir de viejos en nuestros territorios. ¡Ni un muerto más!”, concluye el comunicado de la OIA.