Valladolid (España), 20 febrero de 2025.- La policía española liberó a cinco mujeres que habían sido captadas en Colombia y Paraguay y eran explotadas sexualmente por una organización criminal dedicada a la trata de seres humanos en España.
Las mujeres permanecían encerradas en un local de la provincia de Valladolid (centro de España) y los criminales les reclamaban deudas por importe de entre 3.000 y 4.500 euros por los gastos del viaje desde su lugar de origen hasta España, según explicaron los responsables de la operación en un comunicado.
Agentes de la policía española detuvieron también a seis personas como supuestas integrantes de la organización, que estaba compuesta por personas de nacionalidad española, paraguaya y colombiana.
Además de delitos de trata de seres humanos con fines de explotación sexual, se les atribuyen otros relativos a la prostitución y el favorecimiento de la inmigración clandestina, además de la pertenencia a esta organización criminal.
La considerada por las autoridades como líder de la organización ingresó en prisión sin fianza, mientras que los otros cinco detenidos quedaron en libertad, pero imputados como supuestos responsables de los delitos mencionados.
La investigación, que se mantiene abierta, comenzó en octubre del pasado año cuando la policía española tuvo conocimiento de la existencia de una posible víctima de trata de seres humanos, una mujer de origen sudamericano que había huido de un prostíbulo tras haber sido engañada para trasladarse a España por una banda criminal.
Según la investigación, la mujer de nacionalidad española que estaba al frente de la organización utilizaba a otros miembros del entramado criminal para captar víctimas en sus países de origen que estuvieran dispuestas a viajar a España para ejercer la prostitución con falsas promesas de que ganarían mucho dinero y también sobre ayudas para encontrar otras oportunidades laborales.
Al llegar a España, les informaban de que habían contraído una deuda que debían pagar, para lo que las obligaban a prostituirse en condiciones «muy penosas», según la Policía, además de hacerles pagar por el alojamiento y la luz del local.
EFE