Moscú, 5 jun – Los creadores del drama místico ‘El Barco Blanco’, largometraje que llegará a las pantallas rusas el próximo 19 de junio, sembraron 500 árboles para compensar los daños ecológicos causados durante la filmación, según informaron hoy sus productores, en ocasión del Día Mundial del Medio Ambiente.
«Esta acción permitió compensar totalmente las emisiones de CO2 generadas durante la producción del filme y estimadas en 110 toneladas», indicaron en un comunicado los creadores del filme, ópera prima de la realizadora yakuta Inga Shepeliova.
Según la directora del largometraje, desde pequeña experimentaba «una profunda relación con la naturaleza y veía cuál frágil es su equilibrio».
«Cuando comencé a trabajar en ‘El Barco Blanco’ para mí era importante no solo contar una historia vinculada con la cultura yakuta, sino hacerlo con respeto a la tierra en que esta tiene lugar. La responsabilidad ecológica para nosotros es una consecuencia natural del concepto artístico», aseveró.
Tras sembrar los 500 árboles en el distrito de Zvenígorod, 30 kilómetros al noroeste de Moscú, ‘El Barco Blanco’ «se convirtió en el primer proyecto ruso que llevó totalmente a la práctica los principios de una producción cinematográfica ecológica: desde el cálculo y la reducción de la polución hasta su compensación», indicaron los cineastas.
Los especialistas del equipo de producción calcularon de antemano la posible huella de carbono del proyecto y tomaron medidas para reducir la contaminación del medio ambiente.
Entre estas medidas estaban el rechazo al uso de vajilla desechable, el reciclaje de la basura, el uso de telas de producción local, cosméticos veganos y bebidas en contenedores grandes, así como la organización de viajes en grupos.
«El colofón de este enfoque fue la siembra de árboles, dirigida no solo a restablecer el equilibrio natural sino también a la creación de una nueva cultura de responsabilidad ecológica en la industria» cinematográfica, indicaron los productores.
‘El Barco Blanco’ relata las tensas relaciones entre un moscovita designado como director de una escuela musical y la directora del coro de la escuela, una severa yakuta, que echa mano a fuerzas místicas para manejar la situación.
EFE