Antioquia, Colombia, 1 febrero de 2025.- Un hombre fue asesinado a tiros en la vereda Manzanillo, municipio de Ciudad Bolívar, en el Suroeste antioqueño. Según el Centro de Analítica de Seguridad, Convivencia y Derechos Humanos, el crimen ocurrió a las 18:05 horas, cuando la víctima, cuya identidad aún no ha sido establecida, fue atacada con arma de fuego. El cuerpo presentaba heridas en la cabeza, cuello y espalda.
Las autoridades han iniciado las investigaciones para esclarecer los hechos y determinar los responsables.
Crisis de seguridad en el Suroeste antioqueño
El Suroeste de Antioquia enfrenta una crisis de seguridad que requiere un análisis detallado, especialmente en Ciudad Bolívar, un municipio cada vez más afectado por la violencia. Aunque el aumento interanual de homicidios en la subregión entre 2023 y 2024 fue de apenas 0,4% (pasando de 241 a 242 casos), esta cifra no refleja realidades locales específicas.
En Ciudad Bolívar, la violencia homicida se disparó en ese mismo período, pasando de 20 a 39 asesinatos, lo que elevó la tasa de homicidios a 140,7 por cada 100.000 habitantes. Este índice supera ampliamente los promedios nacional y departamental, consolidando al municipio como un foco crítico de violencia. La persistencia de conflictos territoriales y la falta de estrategias efectivas han permitido la expansión selectiva y acelerada de la criminalidad.
2025: una tendencia alarmante
El inicio de 2025 ha profundizado la crisis. En la subregión, los homicidios han aumentado en un 17,2% respecto al mismo período de 2024. Sin embargo, el caso más grave es Ciudad Bolívar, donde los asesinatos se triplicaron: entre el 1 y el 30 de enero, las muertes violentas pasaron de 3 a 8, un aumento del 166,7%.
Esta aceleración sugiere un colapso en los mecanismos de control y prevención, así como una consolidación territorial de estructuras criminales en disputa. La situación demanda intervenciones urgentes que vayan más allá de la simple reacción ante el delito. Es fundamental atacar factores estructurales, como las disputas por rentas ilegales y los vacíos de gobernanza, que alimentan la espiral de violencia.
Si no se toman medidas de fondo, la crisis podría convertir al Suroeste antioqueño en un enclave de inestabilidad crónica, con repercusiones graves para la seguridad regional.
A.U.