Cúcuta (Colombia), 7 diciembre de 2024.- El rostro de Beatriz Patiño tiene un antes y un después. Su vida ya no es la misma desde aquel día de enero de 2018 cuando su hijo Juan Carlos Churio Patiño desapareció en la ciudad colombiana de Cúcuta, pero ella mantiene viva la esperanza de encontrarlo con la ayuda de la ‘Ruta BUScadora’.
El joven, que en ese momento tenía 32 años, salió a buscar trabajo en una lavandería junto con dos amigos y nunca regresaron.
Desde entonces, su madre vive con el dolor de no saber nada de él. Lo ha buscado en todas partes y lo único que ha podido saber es que «unos hombres se los llevaron en una camioneta».
Las desapariciones forzadas en Colombia ocurren así: un día cualquiera las personas salen de casa y nunca regresan, como le ocurrió a Yoni Edilberto Rodríguez Cruz, desaparecido en el municipio El Tarra el 1 de diciembre de 2013, y a Sergio Abril Torres, visto por última vez en 2010 en el sector de El Escobal, en una de las trochas entre Colombia y Venezuela, mientras trabajaba como mototaxista.
Estas historias fueron escuchadas una vez más en Cúcuta, capital del departamento de Norte de Santander, donde esta semana llegó el autobús ‘Ruta BUScadora’, de la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas (UBPD).
El autobús comenzó su recorrido el pasado 1 de septiembre en Villavicencio (centro) y finalizó en esta ciudad fronteriza con Venezuela después de recorrer 2.400 kilómetros y pasar por 70 municipios y caseríos alejados de las sedes de la UBPD.
Según datos de la UBPD, en Colombia hay 124.734 personas desaparecidas en el contexto del conflicto armado, hechos ocurridos antes del 1 de diciembre de 2016, cuando entró en vigor el acuerdo de paz con la guerrilla de las FARC.
Un drama nacional
En su paso por siete departamentos del país los funcionarios de la ‘Ruta Buscadora’ atendieron directamente a 1.100 personas que buscan a sus seres queridos; recibieron 276 solicitudes de búsqueda, se entablaron diálogos con 27 aportantes de información y realizaron 313 tomas de muestras de ADN para cotejo genético.
«En el departamento de Norte de Santander tenemos más de 4.000 personas en nuestro universo de búsqueda; más de 1.200 solicitudes concretas y en la historia de la Unidad se han recuperado alrededor de 240 cuerpos. Muchos de estos han sido entregados dignamente, pero el trabajo de identificación a veces termina siendo lo más complejo», expresa a EFE la directora general de la UBPD, Luz Janeth Forero.
Según Forero, la UBPD, creada en 2017 y con un mandato de 20 años, ha recuperado desde entonces en el país más de 2.000 cuerpos y cerca de 400 han sido identificados y entregados dignamente a sus familias.
«También hemos hecho un esfuerzo poderoso en el último año por encontrar personas con vida; eso nos ha llevado a encontrar a cerca de 90 personas vivas», precisa la directora.
Sin embargo, el duelo persiste para familias como la de Yadira Rodríguez Cruz, presidenta de la Asociación de Mujeres Buscadoras, quien busca a su hermano Yoni Edilberto.
«La búsqueda la empezó mi señora madre María Gisela Cruz, pero tristemente no le alcanzó la vida para continuarla ya que falleció en marzo del presente año, como muchas madres más, como muchos padres más que se están yendo sin saber dónde está su familiar desaparecido», dice Yadira a EFE.
Las 32 mujeres que integran la Asociación luchan no solo por encontrar a sus seres queridos sino para que las demás personas entiendan que la búsqueda es una responsabilidad colectiva.
«La búsqueda debe ser un compromiso y obligación para todas las entidades e instituciones del Gobierno y del Estado; es una responsabilidad social mundial», afirma Yadira.
La ‘búsqueda inversa’
La UBPD, junto con la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) y Medicina Legal, ha implementado además la estrategia llamada ‘búsqueda inversa’, que consiste en encontrar a las familias luego de la recuperación y la identificación de cuerpos en cementerios y lugares de interés forense protegidos por medidas cautelares.
«Esta iniciativa se lanzó hace aproximadamente cuatro meses y se extiende a nivel nacional. Hemos identificado a varias personas que podrían haber fallecido o desaparecido durante el conflicto armado y cuyos restos nunca han sido recuperados por sus familias», afirma Forero.
Hasta la fecha, esta estrategia ha permitido localizar a más de 30 personas y se han iniciado los trámites necesarios «para que sus cuerpos regresen a sus hogares», señala la directora de la UBPD.
Geraldine García
EFE