Bogotá, 20 junio de 2022.- Colombia inició su vida republicana el 21 de septiembre de 1819 con la Presidencia de Simón Bolívar y 203 años después, luego de varios intentos fallidos y asesinatos, la izquierda llega al poder con Gustavo Petro, el presidente electo que pudo alcanzar lo que no consiguieron otros líderes progresistas.
Petro, que ganó el balotaje con casi 11,3 millones de votos (el 50,44 %) frente a los casi 10,6 millones (47,31 %) de su rival, el populista Rodolfo Hernández, fue elegido este domingo nuevo presidente de Colombia para el periodo 2022-2026 y representa un giro antes impensable en el país andino.
¿EL CAMBIO ESTABA MADURO?
«Por un lado hay muchas cosas que han cambiado en Colombia que hacen posible este momento, tiene que ver el cambio de consciencia humanitaria que rechaza las formas como en Colombia se han cercenado y obstaculizado alternativas políticas a partir del asesinato y de las violaciones a los derechos humanos», dice a Efe José Antequera Guzmán, director del Centro de Memoria, Paz y Reconciliación de Bogotá.
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Este abogado con maestría en Estudios Políticos que fue representante de las víctimas en los diálogos de paz con las FARC en La Habana, cree que «por otro lado también los gobiernos con orientación progresista, democrática, contribuyen en gran medida a eso que llaman ‘maduración'».
Antequera Guzmán no es solamente un estudioso de la memoria en el conflicto colombiano, además es una de sus víctimas.
Su padre, José Antequera, fue uno de los miembros del partido de izquierdas Unión Patriótica (UP) asesinados en el exterminio de esa agrupación política surgida en 1985 de un acuerdo de paz negociado con las FARC.
Durante casi una década ese exterminio costó la vida a dos candidatos presidenciales, ocho congresistas, 13 diputados, 70 concejales, 11 alcaldes y unos 5.000 militantes.
«Creo que hay muchas personas sobrevivientes del genocidio en el cual cayó mi padre que hoy observan que lo que está ocurriendo materializa reivindicaciones históricas que han defendido, no por ser parte de un sector político de izquierda, sino en general porque son reivindicaciones políticas, históricas, que tienen que ver con los procesos sociales, populares, campesinos en Colombia», dice.
Agrega que esas reivindicaciones son sobre todo de «indígenas, afrocolombianos, gente que ha vivido la pobreza, gente que incluso ha sufrido la miseria y las grandes violaciones a los derechos humanos».
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«Esa fuerza histórica de las muchas personas que han sufrido ha tenido muy poco espacio de representación política y su expectativa es que esa representación se vea materializada en una orientación hacia soluciones, hacia transformaciones en sus circunstancias históricas», concluye.
El padre de Antequera Guzmán, José Antequera, fue asesinado el 3 de marzo de 1989 en el aeropuerto El Dorado, de Bogotá. Tenía 34 años, esposa y dos hijos pequeños.
OTROS INTENTOS FRUSTRADOS
En esos años también fueron asesinados dos candidatos presidenciales de la UP: Jaime Pardo Leal y Bernardo Jaramillo Ossa.
Pardo Leal participó en la constitución de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), desde dónde se perfiló como el candidato de la UP para la presidencia, pero su asesinato, el 11 de octubre de 1987, acabó con ese proyecto político.
Jaramillo Ossa, quien reemplazó en la candidatura a Pardo Leal, fue asesinado en Bogotá el 22 de marzo de 1990, con lo que se frustró también, en ese momento, la llegada al poder de la izquierda colombiana.
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Tan solo 34 días después, el 26 de abril de 1990, otro líder de la izquierda, Carlos Pizarro Leongómez, era asesinado a tiros en un avión en pleno vuelo cuando se dirigía a Barranquilla a un acto de su campaña presidencial como candidato de la Alianza Democrática M-19.
Pizarro, de 38 años, había firmado semanas antes la paz con el Gobierno como jefe del grupo guerrillero Movimiento 19 de Abril (M-19), el mismo al que perteneció Petro en su juventud.
URIBE Y GAITÁN, LIBERALES PROGRESISTAS
El general Rafael Uribe Uribe, caudillo liberal derrotado en la Guerra de los Mil Días, y Jorge Eliecer Gaitán fueron, asimismo, dos liberales que en el siglo XX mostraron su cercanía al progresismo.
Uribe Uribe dijo en 1904 que «profesaba el socialismo de arriba para abajo» y dejó ver una posición intermedia entre el socialismo y el capitalismo, «una primera aproximación al Estado de bienestar, a la socialdemocracia».
Fue herido de muerte el 15 de octubre de 1914 mientras caminaba por la Plaza de Bolívar de Bogotá hacia la sede del Congreso colombiano y falleció horas después.
Por su parte, el líder liberal Jorge Eliecer Gaitán se configuró como representante de la clase media y de aquellos que estaban fuera de la vida pública.
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Criticó el orden «convivialista» con el que la política se practicaba en círculos cerrados y en el que sólo unas cuantas personalidades decidían el futuro del país.
Su asesinato, el 9 de abril de 1948, desencadenó una revuelta conocida como «El Bogotazo», que dejó centenares de muertos, destruyó el centro de la capital colombiana y marcó una de las más fuertes respuestas populares del país a la muerte de uno de sus líderes.
Muchas vidas y generaciones han pasado en Colombia antes de que un progresista llegara al poder, hito que han conseguido Petro y su compañera de fórmula vicepresidencial, Francia Márquez, quienes recogen las banderas de los que no vieron el país que giró a la izquierda.
Carlos Andrés Valverde
EFE