Bogotá, 10 sep – El Gobierno colombiano reconoció la «gravedad» de la situación de los líderes ambientales en el país después de que un informe de la ONG Global Witness colocara a Colombia como la nación más letal para defender la naturaleza, con 79 asesinatos en 2023, y agregó que estos «no pueden ser un botín de guerra».
«El Gobierno nacional reconoce la grave situación que deriva de conflictos socioecológicos asociados al narcotráfico, prácticas extractivistas vinculadas a economías ilícitas y a la reconfiguración del conflicto armado», indicó el Ministerio de Ambiente en un comunicado tras la publicación el lunes del informe, y lamentó el «deshonroso primer lugar en asesinatos» que ocupa Colombia.
En este sentido, el Ministerio detalló el trabajo que está haciendo el Gobierno para mitigar y detener este flagelo, dentro de «una estrategia integral para garantizar la vida y la seguridad de las personas defensoras del ambiente» en la que trabajan varios ministerios, como los de Interior y Defensa, junto con diversas entidades del Estado.
Además, la cartera de Ambiente «incrementó el presupuesto asignado a la protección colectiva», mientras que la de Interior incrementó su financiación de la Dirección de Derechos Humanos en cerca del 400 %, dinero destinado a la instalación de la Mesa Nacional de Garantías, que aborda los problemas que derivan en el asesinato y las agresiones contra defensores.
En el país hay 16 Mesas Territoriales de Garantías activas.
Entre otras acciones descritas por el Ministerio, destacó el impulso al Acuerdo de Escazú, recién ratificado por la Corte Constitucional, un mecanismo mediante el cual el Gobierno «seguirá fortaleciendo sus herramientas para enfrentar de manera decidida (…) esta situación y brindar garantías a los líderes en su defensa del ambiente, porque la naturaleza y sus defensores no pueden ser un botín de guerra».
El Acuerdo de Escazú es un tratado internacional cuyo objetivo es garantizar los derechos de acceso a la información, la participación pública y el acceso a la justicia en temas ambientales, así como proteger a los defensores de los derechos ambientales en la región.
Según el informe de Global Witness, en 2023 Colombia fue nuevamente el país más peligroso del mundo para defender el medioambiente y la naturaleza pues 79 personas que ejercían este liderazgo fueron asesinadas, una cifra que supone el 40 % de los homicidios de líderes ambientales en el planeta.
Además, esta cifra es la más alta registrada en un país desde que Global Witness comenzó a monitorear en 2012 las amenazas y homicidios de líderes ambientales.
En poco más de una década, 461 defensores han sido asesinados en Colombia, país que tiene ahora el mayor número de asesinatos documentados entre 2012 y 2023.
Colombia es este año la anfitriona de la COP16, la cumbre de biodiversidad de más alto nivel en la que, entre otros, se espera que se aborde la protección a los líderes que defienden la naturaleza.
EFE