Bogotá, 17 oct – Colombia, uno de los países más biodiversos del mundo, primero en especies de aves, orquídeas y mariposas, presentará en la COP16, de la cual será anfitrión, su visión de ‘Paz con la naturaleza’, con el que busca crear un paradigma de relación con el medioambiente.
Para la ministra de Ambiente y Desarrollo Sostenible de Colombia, Susana Muhamad, la COP16 que se celebrará en Cali del 21 de octubre al 1 de noviembre, tiene para el país el «valor agregado» de transformar el vínculo con el mundo que nos rodea, así como las prácticas de producción y consumo, que a su juicio constituyen «los desafíos más importantes de nuestro tiempo».
«La COP16 no es simplemente una cumbre, es el camino que nos permite movilizarnos a nivel global hacia este propósito común», manifestó la ministra en una reciente presentación en Nueva York.
En ese sentido, el país llevará a la COP16 el Plan Nacional de Biodiversidad que tiene tres objetivos estratégicos, el primero de los cuales será poner «en restauración ecológica y reconversión productiva» cinco millones de hectáreas para de esta forma no solo ayudar a las economías locales sino también asegurar la sostenibilidad, según Muhamad.
«Tendremos el 34 % del territorio nacional bajo estrategias de conservación que pueden ser áreas protegidas y reconocimiento a la contribución de los pueblos indígenas y étnicos» a la preservación de la biodiversidad en los ecosistemas terrestres y acuáticos, explicó como segunda estrategia.
La tercera busca «pasar del 0,8 % de contribución de la bioeconomía al PIB nacional al 3 % en el 2030, generando medio millón de empleos asociados al cuidado de la biodiversidad».
Compromiso de toda la sociedad
«No es un problema de los ministros de Ambiente proteger la biodiversidad y lograr su restauración, es un propósito de todo el gobierno y toda la sociedad», se trata, en suma, de «recuperar como seres humanos nuestra conexión con la vida y la naturaleza», añadió.
Con la ministra coincide el director de Conservación y Gobernanza de WWF Colombia, Carlos Mauricio Herrera, quien dijo a EFE que la ‘paz con la naturaleza’ tiene que ser «la apuesta, no solamente del Gobierno, sino de toda la sociedad».
Herrera considera que la COP16 «es una oportunidad» para dejar de hablar de paz exclusivamente como «la situación entre el Estado y los grupos armados» porque «todos los sectores de la sociedad tenemos que vincularnos, entender y hacer la paz y hacer valer el cuidado de la naturaleza como un elemento fundamental de nuestro bienestar y de nuestra subsistencia».
«El nivel de ambición de los países se va a ver reflejado en sus planes de acción de biodiversidad que serán presentados durante la COP16», sostiene Herrera.
A la reunión de Cali, aunque tiene carácter ministerial, asistirán el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, y los presidentes de Brasil, México, Perú, Panamá, Honduras, Ghana, Surinam, Mozambique, Haití y Guinea Bisáu, y los vicepresidentes de Cuba y Kenia.
La riqueza natural de Colombia
En lo que a Colombia respecta, el experto de WWF considera que el anfitrión es un país con «una biodiversidad amplia, distribuida en todas sus regiones y con varios factores únicos».
«Colombia es un país privilegiado en términos de su ubicación en la zona tropical, entre dos océanos, con unas cadenas montañosas importantes como son las de los Andes y con aislamientos geográficos que permiten que se den especies únicas como la Sierra Nevada de Santa Marta, la Serranía de San Lucas o la misma Serranía de la Macarena», afirma.
El país, además de ser el número uno del mundo en especies de aves, orquídeas y mariposas, es el segundo en anfibios y peces de agua dulce; tercero en palmas y reptiles, y sexto en mamíferos.
Según el Gobierno, en el país hay 8.497 especies endémicas, de las cuales 84 son de aves, 62 de mamíferos, 6.212 de plantas y líquenes, 413 de peces de agua dulce, 817 de coleópteros, 419 de anfibios y 219 de mariposas, entre otras.
Sin embargo, esa biodiversidad está amenazada por el propio conflicto armado, la ganadería extensiva, el narcotráfico, la minería ilegal, el comercio de fauna y flora y por la presencia de 509 especies invasoras o trasplantadas, por lo cual hoy es más necesario que nunca hacer la paz con la naturaleza.
Jaime Ortega Carrascal
EFE