Bogotá, 17 dic – El canciller de Colombia, Luis Gilberto Murillo, afirmó este martes que el Gobierno colombiano lleva a cabo gestiones ante el Gobierno de Venezuela para que dé salvoconductos a los seis antichavistas refugiados desde marzo en la residencia de la Embajada de Argentina en Caracas, custodiada por Brasil.

«Estamos viendo la situación de la embajada de Argentina en Venezuela, que ahora la custodia la tiene Brasil, seis venezolanos que están en esa embajada», dijo Murillo en una intervención pública, y precisó que también Colombia se ofreció para custodiar este espacio diplomático después de que se presentara «ese incidente» entre Brasil y Argentina.

El canciller se refirió a la crisis venezolana en declaraciones a la prensa en el archipiélago caribeño de San Andrés, donde clausuró la ‘Cumbre de Pueblos Afrodescendientes del Caribe Occidental’.

«Yo fui a Brasil personalmente, por instrucción del presidente (Gustavo) Petro, porque logramos en nuestra conversación con el Gobierno de Venezuela que se dieran los salvoconductos a estas seis personas (…) ellos pedían que Argentina liberara una persona muy cercana al Gobierno de Venezuela y que también se le diera salvoconducto a Jorge Glas en Ecuador», continuó el canciller.

Glas, exvicepresidente de Rafael Correa (2007-2017), fue detenido en la Embajada de México en Quito tras haber recibido asilo diplomático por un caso de corrupción en el que está imputado en un escándalo político que enfrentó a los gobiernos ecuatoriano y mexicano.

El lunes, el Gobierno colombiano pidió al de Venezuela que se respeten los principios del derecho internacional en el caso de los seis antichavistas.

En un comunicado la Cancillería colombiana señaló: «Desde marzo de 2024, cuando surgió este incidente, tanto Brasil como Colombia han ofrecido sus buenos oficios para garantizar la protección y asumir la custodia de dicha sede diplomática, así como para brindar protección internacional a quienes se encuentran allí en calidad de asilados políticos».

Temas confidenciales

En este contexto, Murillo dijo: «Nosotros no podemos en las redes sociales estar diciendo estos temas diplomáticos, son confidenciales, y no pueden salir a decir que no hemos hecho nada cuando no tienen la información, o tienen desinformación o información incompleta».

El canciller defendió la postura de Colombia frente a la crisis venezolana tras las elecciones presidenciales del 28 de julio, calificada como ambigua por algunos críticos, y aseguró que «desde el primer momento se estableció una conversación directa con la oposición venezolana, con el Gobierno venezolano» y que han tenido una posición «clara».

«Hemos dicho que tenemos nuestras dudas y reparos sobre lo que pasó en el proceso electoral (…) qué más quieren que hagamos, qué más quieren que digamos», cuestionó.

El expresidente Juan Manuel Santos (2010-2018) criticó el domingo el silencio del país frente a la situación de los asilados en la embajada de Argentina en Caracas.

«El Gobierno colombiano no ha dicho ni una palabra frente a la oprobiosa situación que el régimen de Maduro le ha impuesto a la embajada de Argentina», manifestó Santos, Premio Nobel de Paz en 2016, en su cuenta de X.

El exmandatario cuestionó la postura en este caso de Murillo y señaló: «Esa posición ambivalente está saliendo cada vez más costosa. Es cuando un canciller con carácter debe imponerse, a menos de que quiera seguir de alcahueta».

A pesar de la cercanía de Petro con su homólogo venezolano, Nicolás Maduro, las elecciones presidenciales de Venezuela pusieron de manifiesto las diferencias de criterio entre ambos presidentes, cuando el primero cuestionó la inhabilitación política de la líder opositora María Corina Machado, que le impide ejercer cargos de elección popular hasta 2036.

Tras las elecciones, la postura de Petro ha sido insistir en que no reconocerá la victoria de Maduro hasta que se publiquen las actas electorales.

EFE

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