Bogotá, 23 junio de 2021.- Los gobiernos de Colombia y Estados Unidos reafirmaron este miércoles su compromiso en la lucha contra las drogas y reiteraron que problemas complejos como el narcotráfico «son una responsabilidad compartida que exige soluciones a largo plazo y una respuesta de política integral».
En una reunión preparatoria del Grupo de Trabajo Antinarcóticos, el presidente colombiano, Iván Duque, y el embajador de Estados Unidos en Bogotá, Philip Goldberg, destacaron que pese a los desafíos que ha impuesto la pandemia del coronavirus, el país andino logró niveles récord en incautaciones de cocaína y erradicación manual en 2020.
Ambas partes informaron además en un comunicado que Colombia «va a buen ritmo de lograr resultados igualmente significativos en 2021».
Duque y Goldberg subrayaron que los esfuerzos en la lucha antinarcóticos deben continuar e insistieron en la necesidad de priorizar un enfoque integral que incluya programas «para aumentar el control territorial del Estado, para que los cultivadores de coca hagan el tránsito hacia oportunidades económicas lícitas».
Ese enfoque también será importante para «mejorar la seguridad ciudadana y la disrupción de las cadenas de suministro del narcotráfico», así como «aumentar las incautaciones de cocaína y los envíos en masa de dinero en efectivo, continuar la erradicación, arrestar y extraditar cabecillas narcotraficantes y reducir el lavado de activos».
MONITOREO A LA PRODUCCIÓN DE COCA
Los cultivos de coca en Colombia se redujeron en 2020 a 143.000 hectáreas, un 7 % menos que el área sembrada en 2019, según el informe anual de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC, en inglés) presentado el pasado 9 de junio en Bogotá.
Sin embargo, a pesar de la reducción del área de coca en los últimos años, que pasó de 171.000 hectáreas en 2017, la producción de cocaína sigue subiendo desde 2014, debido a la productividad de las plantas y la mejora en las tecnologías.
Ambos gobiernos también discutieron hoy sobre las metodologías que actualmente se implementan en el país «para medir las tendencias en la producción de cocaína y el cultivo de coca» con el propósito de mejorar las políticas y programas antinarcóticos.
«Si bien la relación bilateral Colombia-Estados Unidos está basada en la cooperación en muchas áreas de interés mutuo, ambas partes reafirmaron su fuerte asociación en antinarcóticos, que es crítica para la disrupción de la cadena de suministro de cocaína, reducir la demanda y abordar el problema mundial de las drogas», agregó la información.