Colombiano residente en Estados Unidos fue condenado a 31 años de prisión por feminicidio

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Juan David Ramírez Vélez

Luego de avalar la aceptación de cargos del procesado, el Juzgado Primero Penal del Circuito de Medellín sentenció a 31 años y 3 meses de prisión a Juan David Ramírez Vélez, de 34 años de edad un colombiano residente en Estados Unidos, por la muerte de su excompañera sentimental Natalia del Carmen Ospina Múnera, de 40 años de edad.

La mañana del 2 de julio de 2017, las autoridades hallaron a orillas de la quebrada La Valeria del municipio de Caldas (Antioquia) el cadáver de la mujer, con signos de violencia.

Dos días después sus familiares la reconocieron en la sede del Instituto de Medicina Legal y Ciencia Forenses de la capital antioqueña.

Luego de varias semanas de investigación, la Fiscalía General de la Nación determinó que la víctima fue asesinada horas antes en su propio apartamento del barrio Conquistadores de la capital antioqueña y que su cadáver fue llevado hasta el lugar del hallazgo para desviar la investigación.

Los médicos forenses dictaminaron que la causa de muerte fue anoxia por asfixia mecánica.

Luego de revisar las cámaras de seguridad de la urbanización donde habría ocurrido el crimen, los investigadores establecieron que el cuerpo sin vida fue sacado del apartamento por un hombre que protegía su rostro y llevado hasta un vehículo de propiedad de una hija de la víctima, en el que finalmente fue transportado hasta el vecino municipio de Caldas.

El automotor fue hallado abandonado 5 días después del crimen en el barrio Tricentenario de Medellín.

Labores de seguimiento e información suministrada por los familiares de la occisa, permitieron a la Fiscalía obtener la orden de captura en contra de Ramírez Vélez.

El presunto agresor fue capturado el 9 de noviembre del mismo año en el aeropuerto El Dorado de Bogotá, cuando regresó a Colombia procedente de la ciudad de Miami (Estados Unidos), donde labora como conductor de tractocamiones. En la audiencia de acusación el procesado aceptó cargos por el delito de feminicidio agravado.

De acuerdo con los familiares de la víctima, el día del homicidio el presunto victimario se llevó a un perro de nombre «Valentino» del cual se desconoce el paradero.