Bogotá, 27 abr – Sindicatos y organizaciones sociales saldrán este miércoles a las calles de Colombia para protestar contra el proyecto de reforma fiscal del Gobierno pese a los llamados de las autoridades a que se aplace la movilización ante el momento crítico que vive el país por el tercer pico de la pandemia.
El proyecto de reforma, que aumenta los impuestos principalmente a la clase media, fue presentado la semana pasada al Congreso, donde también ha encontrado una fuerte oposición, incluso del partido de derechas Centro Democrático, al que pertenece el presidente colombiano, Iván Duque, y todo indica que no superará el trámite legislativo.
La Procuraduría colombiana y el Ministerio de Salud alertaron el lunes que en estos momentos no son convenientes las aglomeraciones dados los récords diarios de muertos por coronavirus, la elevada cifra de contagios y de enfermos graves que tiene desbordadas las unidades de cuidados intensivos (UCI), pero los convocantes de las protestas aseguraron que seguirán adelante.
«La responsabilidad del paro del 28 de abril es del Gobierno Duque que se niega a acoger un clamor nacional para retirar ese nefasto proyecto del Congreso de la República», aseguró en una rueda de prensa Francisco Maltés, presidente de la Central Unitaria De Trabajadores (CUT).
El proyecto fiscal busca ampliar la base tributaria mediante el cobro del impuesto a la renta a partir del año gravable de 2022 a quienes ganan más de 2,4 millones de pesos mensuales (unos 663 dólares), y en 2023 a los que perciben por encima de 1,7 millones de pesos mensuales (unos 470 dólares).
Además contempla el cobro del IVA, que es del 19 %, a las tarifas de servicios públicos de energía, acueducto y alcantarillado y gas domiciliario para los más pudientes, lo que ha generado un amplio rechazo nacional que la oposición quiere mostrar también en las calles.
NERVIOSISMO POR LA PANDEMIA
Colombia lleva una semana con más de 400 muertes diarias por coronavirus, razón por la cual la manifestación convocada para mañana divide al país entre quienes la apoyan y quienes la consideran una imprudencia porque las concentraciones de gente pueden aumentar los contagios.
La semana pasada fue la más letal en Colombia desde que comenzó la pandemia, con más de 3.020 defunciones, del total de 71.351 registradas, y las autoridades no paran de advertir que la situación va a empeorar.
«Vamos a salir en todo el país con múltiples manifestaciones cumpliendo los tres requisitos que ha planteado el Gobierno (uso de mascarilla, distanciamiento y desinfección de manos)», dijo Maltés al agregar que las medidas de bioseguridad serán cumplidas «a rajatabla en el paro».
Tan solo en Bogotá, el principal foco de la pandemia y la ciudad más afectada por el virus, hay convocatoria para más de 20 puntos de concentración, según explicaron los organizadores, para evitar aglomeraciones en un solo lugar.
CRÍTICAS A LAS MOVILIZACIONES
Sin embargo, la alcaldesa de la capital colombiana, Claudia López, advirtió que aunque entiende las razones de la movilización, «las marchas o aglomeraciones son en este momento un atentado a la vida».
Ante la gravedad de la pandemia, la Defensoría del Pueblo, entidad que suele acompañar las movilizaciones, advirtió que es momento de dar prioridad a los cuidados que exige la emergencia epidemiológica.
«La Defensoría del Pueblo ha perdido más de 20 servidores a causa del covid-19 y ha tenido más de 155 contagiados. Nuestros funcionarios han perdido la vida atendiendo a los ciudadanos diariamente, acompañando las marchas, visitando centros penitenciarios, atendiendo solicitudes y acompañando los procesos de vacunación en todo el país, entre otros», explicó la entidad en un comunicado.
Colombia acumula en más de 13 meses de pandemia 2.787.303 contagios y 71.799 muertes por coronavirus.