La historia, revelada por ‘The New York Times’, le dio relieve a las compras nerviosas provocadas por el COVID-19 en Estados Unidos.
Para unos es un visionario, para otros es un verdadero oportunista. Matt Colvin supo que el contagio del coronavirus le permitiría engordar sus finanzas. Como si una pitonisa le hubiera dicho el número de la lotería, junto a su hermano compró varias cajas con tarros de gel antibacterial. Las 17.700 botellas que consiguió en los estados de Kentucky y Tennessee pronto se convirtieron en el oro de este tiempo de prevención y zozobra.
A través de Amazon y otras plataformas de venta en línea, Colvin se estaba haciendo su agosto revendiendo el producto, hasta que fue denunciado por varios usuarios, que lo acusaron de especulador en redes sociales. Las críticas llegaron a los administradores del portal del multimillonario Jeff Bezos, que bloquearon sus clasificados y, de paso, su perfil.
El relato de las 17.700 botellas que querían ser revendidas en su totalidad por los hermanos llegó a la redacción de The New York Times, que publicó un artículo sobre las compras estimuladas por la crisis y el oportunismo de algunas personas. En un intento por lavar su imagen, Matt Colvin, que fue entrevistado por el diario, reveló que recibió amenazas de muerte y se mostró arrepentido. «Nunca fue mi intención mantener suministros médicos esenciales fuera del alcance de las personas que los necesitaban», dijo al periódico.
Su caso escaló tanto, que Herbert Slatery, fiscal de Tennessee, advirtió en un comunicado que «no toleraremos la especulación de precios en estos tiempos de necesidad excepcional y tomaremos decisiones firmes para evitarlo».
El lote de recipientes con gel antibacterial que se quedó en el stock fue donado por los señalados a una iglesia. El hombre está a la espera de lo que determine la justicia, que penaliza y prohíbe el incremento de precios de productos de primera necesidad en días de estado de emergencia.
Tomado de El Espectador